La tensión aumenta en Francia dos días antes de una nueva manifestación en París de los adversarios del matrimonio homosexual, y el ministro del Interior Manuel Valls advirtió el viernes contra las provocaciones de la ultraderecha, que parece decidida a endurecer sus acciones.
La ley que autoriza el matrimonio a las parejas del mismo sexo fue adoptada por el Parlamento francés en abril y promulgada el sábado pasado, pese a la fuerte movilización contra ella de la oposición de derecha y de los medios católicos.
El ministro del Interior manifestó el viernes su "inquietud" porque "grupos radicales de extrema derecha quieren venir en gran número, no para manifestar sino para crear enfrentamientos y desórdenes, y para atacar los símbolos de la República".
Valls indicó que está "estudiando" la eventual prohibición de "Primavera Francesa", grupo de opositores radicales al matrimonio homosexual que llamaron a realizar operaciones violentas.
En un comunicado publicado el miércoles, "Primavera Francesa" instó a "una nueva resistencia" frente a una ley "contraria a las leyes de la biología y al sentido común". "La batalla sólo está empezando" y "seguirá hasta la victoria".
Ese grupo se creó para promover una línea radical frente a otros opositores al matrimonio homosexual a los que consideran demasiado moderados, en particular la portavoz del colectivo "manifestación para todos", la humorista Frigide Barjot.
Barjot, que ha denunciado "amenazas muy graves" contra ella, anunció el viernes que "en el estado actual de las cosas" pensaba no asistir a la manifestación del domingo, pese a las medidas de protección que ofrecieron las autoridades.
"Elegir su campo"
Según una fuente policial, las autoridades estiman que habrá el domingo "poco menos de 150.000 manifestantes". Pero su temor son los ultraderechistas, que podrían ser entre 400 y 500 y venir decididos a la violencia.
En los últimos meses, las manifestaciones contra el matrimonio homosexual estuvieron rodeadas de actos violentos y agresiones.
El grupo ultraderechista Juventudes Nacionalistas llamó a participar en el desfile del domingo para oponerse a un "sistema que hay que derribar".
"Es hora de elegir su campo: el del sistema o el de la patria", escribió Alexandre Gabriac, que fue expulsado del Frente Nacional (extrema derecha) en 2011 tras la difusión de una foto en la que realizaba el saludo nazi.
La organización integrista católica Civitas organiza el domingo, por su parte, una manifestación separada contra "los enemigos del matrimonio, de la familia, de Francia".
Esta tensión se produce en momentos en que los franceses parecen hastiarse de este tipo de manifestaciones. Según una encuesta del instituto BVA, 62% de ellos desean que las mimas cesen.
La derecha, que se movilizó contra la ley durante meses, aparece ahora dividida sobre la actitud a adoptar al respecto en caso de que vuelva al poder en 2017, al terminar el mandato del presidente socialista François Hollande. Varios de sus dirigentes afirmaron, en efecto, que es ilusorio hacer creer que podrían volver atrás y abrogar la ley.
Entre tanto, se prepara la primera boda homosexual del país, que será celebrada el miércoles en Montpellier (sur).