Masacre laboral | El Nuevo Siglo
Lunes, 2 de Abril de 2012

El viernes, en los pasillos de Acción Social, se veían caras largas y hasta lágrimas por la llegada de la masacre laboral para concluir un proceso que apuntaba a acabar con todo lo que fuera el pasado, hasta la gente que construyera la más eficiente entidad del Estado.
 

***
Desolados. Para el personal era claro que algún día debía salir. Lo que no le perdonan a William Bruce Mac Master Rojas es el método que utilizó para perpetrar la tarea. En diciembre llegó muy simpático a anunciarles que les renovaría su contrato por tres meses, sin aclarar que después más de la mitad se quedarían sin trabajo. Y lo que es peor, a los que se van, sólo les avisó el viernes a escasas horas de vencerse su contrato y sin haber tenido la posibilidad de buscar trabajo antes de perder el que tenían.
 

***
Golpeados. Ahora son muchos los hogares en los que gracias al gobierno de la Prosperidad Democrática, la cabeza de su fuerza productiva está sin empleo. Mac Master se enclaustró tres meses en una oficina en la que sólo atendía a parlamentarios y dejó en manos de Jorge Iván Gómez Osorio, a quien hace más de un año trajeron para acabar con Acción Social, la tarea de preparar la masacre final. Con su indolente estilo, Osorio se encargó de mantener paralizada la entidad que durante 2011 mantuvo frenada en seco; hizo traumático el proceso de transición; acomodó fichas claves en los cargos importantes y puso una barrera alrededor de Mac Master para que nadie se enterara de lo que estaba pasando.
 

***
Sin brújula. Hoy la política social no tiene norte; lo que se  construyó en Acción Social fue hecho pedazos por quienes quieren controlar la burocracia y los congresistas que reclaman sus cuotas de poder por el respaldo a la ley de víctimas y a las normas de transformación del Estado.
A Mac Master y a Gómez no les importa la suerte de puedan correr los tres hijos de doña Carmen, una contratista que durante siete años  impulsó a las Mujeres Ahorradoras en el país, pues la culpa es de su mamá ya que en lugar de cuidarlos y trabajar por ellos, debió haberse especializado en algo, para que pudiera aplicar a uno de los cargos de la exigente planta que se dieron el lujo de modificar internamente.
 

***
Parálisis. Al binomio no le importa que la ayuda humanitaria esté paralizada; que muchos contratistas de las unidades adscritas no hayan recibido sus honorarios de los últimos dos meses; que no les estén pagando a los Cogestores Sociales, ni que los beneficiarios de estas entidades no estén recibiendo los subsidios y ayudas que les da el estado, pues finalmente  solo son un par de  burócratas empotrados detrás de sus escritorios, ausentes de la Colombia real.
 

***
Indiferencia cruel. Para ellos, al pobre le está prohibido tener hambre. No les importa la pobreza, ni la población vulnerable, ni los programas del ahora DPS. La prioridad para ellos es el coqueteo con los congresistas, el actuar soterradamente con la gente que no ha hecho más que servirle al  país y acabar con la memoria histórica de una entidad irrecuperable.
 

***
Interrogante. ¿Se equivocó el presidente Santos con su amigo Mac Master? ¿Y éste cumple a cabalidad la tarea encomendada?  En cualquier caso, ya no hay tiempo de llorar; sólo quedan las ruinas sobre las que Gómez Osorio se pasea indolente, haciendo alarde de su master en alta gerencia. ¡Y qué gerente!