El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva lidera holgadamente todos los escenarios de cara a las elecciones de 2018, pese a la múltiples causas por corrupción en su contra, seguido por el ultraderechista Jair Bolsonaro, indicó un sondeo este martes.
La encuesta CNT/MDA mostró, por otro lado, un hundimiento de la aprobación del gobierno conservador de Michel Temer, que cayó a un magrísimo 3,4%, desde el 10,3% de febrero, repitiendo la misma foto política de Brasil que registran todos los sondeos en los últimos meses.
El líder de la izquierda, condenado a casi 10 años de prisión por el escándalo de corrupción en Petrobras y amenazado por otros procesos, se impondría en los nueve escenarios planteados, tanto en primera como en segunda vuelta, según la encuesta realizada del 13 al 16 de septiembre, sobre un universo de 2.002 personas y un margen de error de 2,2 puntos porcentuales.
Si la elección de octubre de 2018 fuera hoy, el extornero mecánico obtendría 32,4% de los votos; le seguiría Bolsonaro, con un 19,8% y la ecologista Marina Silva, con 12,1%. El resto de los postulantes no pasaría de un dígito.
Lula, presidente de 2003 a 2010, podría ver bloqueada su candidatura, y hasta ir a la cárcel, si el fallo dictado en su contra por el juez Sergio moro fuese confirmado en segunda instancia. Pero aún así su intención de voto crece, aunque el turbulento presente político de Brasil siembra de incertidumbre cualquier conjetura incluso a corto plazo.
En caso de una segunda vuelta Lula-Bolsonaro, el cofundador del Partido de los Trabajadores (PT) obtendría entre el 39,8% y el 41,8% de los votos, mientras que el diputado que elogia la época de la dictadura militar (1964-85) recibiría 28,5% de los sufragios.
El índice de rechazo de Lula (50,5% de los interrogados afirmaron que jamás votarían por él) es algo superior a la de Bolsonaro (45,4%).
Por otro lado, la baja popularidad del gobierno de Temer parece no tener fondo: un 75,6% lo considera "malo" o "pésimo", frente a un 44,1% en febrero. Y apenas un 3,4% "bueno" u "óptimo".
Y el desempeño personal del mandatario, que la semana pasada fue acusado por la fiscalía general de comandar una organización criminal para expoliar al Estado, tiene el rechazo del 84,5% de los encuestados, frente al 62,4% de febrero.