"Ser parte de la solución y no del problema": impulsada por el crecimiento y la búsqueda de afirmación, América Latina recibe el sábado a líderes de una Europa debilitada con la ambición de reconstruir una asociación de larga data en una verdadera "alianza estratégica".
"Esperamos entrar en una nueva era, una nueva etapa de las relaciones entre Europa y América Latina, que se basen menos en la ayuda y la asistencia material y más en la cooperación para sellar una alianza estratégica dirigida a fomentar el desarrollo y mercados más abiertos", dijo el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anfitrión de la Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), fijada para este 26 y 27 de enero, en Santiago.
Se congregarán en la cumbre unos 45 jefes de Estado y de gobierno -incluyendo el líder español Mariano Rajoy y la canciller alemana Angela Merkel- de los 60 países de las dos regiones, así como los presidentes del Consejo Europeo y la Comisión Europea, Herman Van Rompuy y José Manuel Barroso, respectivamente.
Si bien los dos bloques regionales se han reunido ya siete veces, incluyendo un encuentro en Madrid en 2010, ésta será la primera cumbre bajo los auspicios de la Celac, fundada en Caracas en diciembre de 2011 bajo el liderazgo del presidente venezolano Hugo Chávez, hoy hospitalizado en Cuba por un tratamiento de cáncer y gran ausente de la Cumbre de Santiago.
Con la participación de todos los países de América, excepto Estados Unidos y Canadá, la Celac quiere ser un mecanismo regional amplio para el diálogo político y la cooperación.
"Esta es la primera vez que América Latina va a dialogar con una sola voz", con Europa, señaló recientemente el canciller chileno Alfredo Moreno. "Vamos a ser capaces de discutir más simétricamente con la Unión Europea", dijo.
"Por primera vez, América Latina podría ser parte de la solución y no del problema", han declarado en repetidas ocasiones los diplomáticos latinoamericanos, entre ellos el canciller Rafael Roncagliolo de Perú.
"Esta puede ser la primera vez que los dos continentes se miren de igual a igual", dijo de su lado a la AFP Rafael Dochao, representante de la UE en Chile.
En el frente económico, las dos regiones se encuentran en situaciones dispares: la Unión Europea se enfrenta a una de las mayores crisis de su historia, en tanto América Latina pasa por una prolongada fase de crecimiento económico (4,5% en promedio del PIB 2010-2012).
Sin embargo, el peso de ambos es muy diferente en la economía mundial: la UE es el mayor bloque económico del mundo, con un mercado único de más de 500 millones de habitantes, responsables de una cuarta parte del Producto Bruto mundial.
Europa es el primer inversor en América Latina: el 43% de la inversión extranjera directa de la UE tiene por destino países de la Celac (385 millones de euros en 2010).
"Esto es más que la acumulación de inversiones en China, Rusia e India", señala una fuente diplomática de la UE en la región.
Los líderes europeos no dejan de recordar que las relaciones de la UE con América Latina y el Caribe se basan "en una historia y una cultura inspiradas por los mismos valores".
Pero el analista Carlos Malamud, del Real Instituto Elcano de Madrid, sostiene que "más allá del deseo de tener buenas relaciones con América Latina, (en la UE) prima su política actual de fortalecer las relaciones estratégicas que el bloque tiene con Brasil y México".
De hecho antes de Santiago, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, participarán en una Cumbre UE-Brasil en Brasilia, el jueves.
Sexta economía mundial, Brasil es un aliado clave en el G-20 "y vale en todo su peso" en los esfuerzos por superar la crisis financiera, según una fuente europea, que considera "fundamental" su papel en la Cumbre Celac.
Paralelamente, la región ve emerger la presencia de China, mientras que se diluye la de Estados Unidos. En los últimos años, la demanda insaciable de China por materias primas le han convertido en un socio de elección para los latinoamericanos. Ahora es el mayor socio comercial de Chile, Perú y Brasil.
Perú, en particular, reforzado por su costa en el Océano Pacífico y su ubicación en el centro del continente, tiene la intención de posicionarse como un centro regional para el comercio entre América Latina y la región de Asia-Pacífico.