La Eurocámara adoptó por amplia mayoría un conjunto de textos negociados con los países miembros de la Unión Europea (UE) que completan la construcción de la unión bancaria destinada a evitar que los contribuyentes paguen la factura de una crisis bancaria.
Con este voto "disponemos de un sistema verdaderamente europeo para supervisar todos los bancos de la zona euro y tratar" los eventuales cierres, reaccionó en Twitter el comisario europeo a cargo de los servicios financieros, Michel Barnier.
"En menos de dos años llevamos a la realidad la idea de una Unión Bancaria", añadió.
Los eurodiputados adoptaron tres textos el martes en la última sesión plenaria de la legislatura.
El primero de estos textos es una directiva sobre el saneamiento de los bancos y la resolución de crisis bancarias, que establece reglas únicas para los 28 países miembros.
A partir de ahora se aplicará el principio de recapitalización interna o "bail-in", es decir que son los acreedores y accionistas de una entidad los que deberán en primer lugar recapitalizar un banco y no el erario público.
Esta directiva se completa con el Mecanismo Único de Resolución (MUR) que se aplicará a los bancos de la zona euro. Este crea un consejo de resolución único para gestionar el cierre de los bancos con, a disposición, un fondo de resolución común alimentado por el sector bancario de 55.000 millones de euros.
Este texto fue objeto de duras negociaciones entre los Estados y el Parlamento. En un momento se creyó que no se adoptaría en la legislatura actual.
Este MUR se suma a la supervisión de la banca de la zona euro, a través del denominado Mecanismo Unico de Supervisión (MUS) que está destinado a vigilar los balances y activos del sector financiero para detectar eventuales problemas.
El MUS fue adoptado el año pasado y es el Banco Central Europeo (BCE) que analizará las cuentas de los 130 bancos más importantes de la Eurozona.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó no obstante la semana pasada este mecanismo ya que consideró como muy complejo el sistema para decidir cuándo y cómo liquidar o rescatar una entidad en dificultades.
La toma de decisión fue simplificada en las negociaciones previas que desembocaron en el acuerdo final de fines de marzo para que la decisión fuera tomada en sólo un fin de semana.
El BCE, encargado de supervisar la banca, lanzará el proceso si estima que un banco está por caer. Si no lo hace, un Consejo de Resolución independiente puede decidirlo y la Comisión Europea se encargará de elaborar los planes de rescate o liquidación.
Si entre estas dos instancias hay desacuerdos, la Comisión puede invitar al Consejo Europeo (en donde están representados los Estados miembros) a pronunciarse.
Finalmente este martes los eurodiputados adoptaron la directiva sobre las garantías de depósitos, que prevé que los depósitos de los ahorristas estén protegidos en caso de bancarrota a altura de 100.000 euros como máximo, fue modificada para reforzar aún más la protección de los ahorristas y permitir que puedan recuperar sus ahorros en un plazo menor.
"De ahora en adelante, los contribuyentes no deberán pagar sistemáticamente la cuenta por las pérdidas de los bancos. (...) Es un paso decisivo para quebrar el vínculo entre la deuda de los bancos y la deuda soberana", reaccionó por su parte el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz.
Los principales objetivos de todo el paquete legislativo relacionado con la Unión Bancaria es evitar aumentar la deuda estatal con eventuales futuras crisis bancarias y hacer que la confianza regrese al sector gracias a un seguimiento reforzado y supervisado de los activos y balances de las entidades.