Un documental sobre la vida en prisión llegó a Colombia. Busca, por medio del arte, servir de catalizador para la reconciliación entre víctimas y victimarios. Se llama Steel and Paint y fue dirigidopor Cindy Burstein y Tony Heriza, quienes hablaron con EL NUEVO SIGLO.
BURNSTEIN y Heriza se preguntan en su documento: ¿cuál es, en estricto sentido, de la cárcel? Experiencias como la de Estados Unidos muestran que no es la solución más efectiva de resocialización. Exploran, en su obra, que también los humanos respiran y cuentan relatos cercanos. Humanizan al preso. En diálogo con EL NUEVO SIGLO, los directores contaron su experiencia grabando el documental “La realidad detrás de las rejas”
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en prisión y que retos implico esto?
CINDY BURSTEIN: Como cineastas, la logística de filmar en una prisión fue en sí un reto. Primero es difícil obtener el permiso para entrar a las instalaciones. Como cineastas, se nos permitió acceso a través del programa de arte mural porque tienes que ser un voluntario, visitante o saber cómo vas a conseguir los documentos y ser una persona legítima que tenga permiso para entrar a la prisión.
Otro reto que se nos presentó fue que sólo podíamos filmar a los prisioneros en intervalos de tiempo determinados, y mucho de ese se va entrando y saliendo de la prisión, así que el tiempo que pasamos filmando fue limitado, tomo varios viajes e intervalos cortos de rodaje. El acceso a diferentes áreas de la prisión fue difícil, teníamos acceso al lugar en el cual los prisioneros estaban pintando el mural pero obtener el acceso a las celdas, donde queríamos mostrar como vivía esta gente nos tomó varios años conseguirlo.
ENS: ¿Cómo se convierte el arte en un catalizador para hablar de reconciliación?
JANEGOLDEN: Creo que el proceso de crear algo todos juntos nivela el terreno y de repente, todos son iguales. Todos se están sentados en la misma mesa, trabajando colectivamente en esta obra. De forma sutil te reta a pensar en el bien común sin necesidad de ser explícito o didáctico. Creo que el poder de arte pública participativa nos hace un llamado a crecer, a conectarnos y a participar los unos con los otros aun siendo muy diferentes
ENS: ¿Qué lección dejaron las miles de preguntas que surgieron sobre crimen, justicia y reconciliación?
Tony Heriza: Creo que una de las lecciones más profundas fue que todos tendemos a tener estereotipos que estigmatizan a ciertos grupos de personas y nos hace menos capaces de ver su humanidad y las características compartidas. Nosotros como cineastas, creo que aprendimos a no hacer eso, a ver a cada individuo y su historia como ente separado y único. También aprendimos que son otras personas – si se les da la oportunidad, el apoyo y el contexto –
ENS: ¿Cuáles son las principales temáticas de las películas y documentales que trajeron?
CB: De hecho, durante nuestra visita la gente, en lugar de preguntarnos sobre los temas de nuestro documental, nos ha preguntado que era lo que habíamos dejado por fuera del documental. Creo que lo que quedo por fuera fue que hay cierta tensión en las conversaciones entre las víctimas de crímenes y los prisioneros. Un poco de esa tensión está ahí por la desigualdad. Desigualdad en el sentido que algunos de los hombres que están en prisión han estado ahí por algún tiempo y han tenido tiempo de procesar y de aprender a vivir consigo mismos y con lo que han hecho. Ellos han avanzado un poco más en el proceso de desarrollo emocional, a diferencia de las víctimas de crímenes quienes llegaban con la expectativa que los prisioneros sintieran remordimiento como si acabaran de cometer el crimen. De hecho, me hubiera gustado tener la oportunidad de explorar más allá algunas de las historias de los prisioneros, pero el número de cosas que puedes mostrar en una sola película es limitado. Si hubiéramos hablado un poco más con los prisioneros de sus historias, hubiéramos podido poner en la pantalla un poco más de la situación socio económica y las realidades de porque la gente va a prisión.
TH: Creo que en parte el documental habla de reconciliación, pero también creo que habla de la humanidad que tenemos en común, de las experiencias que todos compartimos. En parte es acerca de la gente lidiando con el daño y el cómo encontrar una forma de olvidar o por lo menos de seguir adelante, de escuchar las historias de la contraparte. Esa es la parte central del filme. Pero creo que también queríamos darle una mirada al sistema judicial de manera más amplia para ver sí poner a la gente en prisión por largos periodos de tiempo es algo bueno para la sociedad y creo que viendo a los hombres en el filme, nos hace cuestionarnos ciertos principios acerca de encerrar a la gente de por vida por ejemplo cuando de hecho puedes ver su humanidad, y los cambios que han hecho.
ENS: ¿Cómo se está viviendo la situación de justicia en EEUU? ¿Se podría hacer una comparación con Colombia?
CB: No soy una experta en justicia criminal, hice un filme sobre un proceso, el cual espero inspire a la gente a aprender más de problemáticas en justicia criminal, sin embargo, voy a decir que, a partir de mi experiencia, mi postura es que el sistema judicial en los Estados Unidos está fracturado. Creo que no es un secreto que tenemos más de 2 millones de personas en la cárcel y que hemos tenido muchos cortes en rehabilitación, así que la idea de enviar a alguien a prisión para que se puedan rehabilitar y reintegrarse a la sociedad no funciona, entonces la pregunta es ¿que los ayudaría a rehabilitarse?
¿Podría compararse esta situación con Colombia? , la verdad no he visto mucho, no se lo suficiente. Fuimos a una prisión cuando estuvimos aquí el año pasado, también presentando nuestro documental, pero no pudimos ver mucho de ella. Sin embargo si nos hemos enterado que la condición de hacinamiento aquí es aún mayor que en EE.UU. tanto así que se está convirtiendo en un problema de derechos humanos. Después de una conversación esta mañana escuchamos que en una celda en la deberían estar sólo 2 personas puede tener 6 personas habitándola, que los prisioneros no salen al patio por un largo periodo de tiempo, y que no tienen un buen sistema de acueducto así que las condiciones son muy insalubres. Por esto podría decir que nosotros estamos luchando para mejorar y hacer estas condiciones en las prisiones de EE.UU un poco más humanas, pero creo que aquí se necesita de aún más atención a esas condiciones aquí en Colombia. Eso es lo que se.
TH: No conocemos a profundidad del sistema carcelario en Colombia, pero si tuvimos la oportunidad de conversar con uno de los oficiales de la escuela que entrena a los guardias de seguridad del sistema penitenciario. Le preguntamos cuales son los mayores retos de las prisiones en Colombia, y muchos de estos son muy similares a los de EE.UU.
Tenemos que enfocarnos en las comunidades marginadas donde la falta de oportunidades para prevenir que la gente tome malas decisiones y termine en prisión. Cosas que también se ven en los EE.UU. Hay que considerar alternativas de reparación que reintegren a la gente a la comunidad en lugar de aislarlos, y esas son las cosas que este oficial mencionó, que se están siendo consideradas en Colombia y en EE. UU también.
* En la versión original del impreso, este documental fue titulado con el nombre "La realidad detrás de las rejas". En esta versión web rectificamos su nombre.