La llama en Sochi y Rusia está "preparada" | El Nuevo Siglo
Miércoles, 5 de Febrero de 2014

La llama olímpica de los Juegos de Invierno fue recibida este miércoles por primera vez en Sochi, ciudad anfitriona, donde el presidente Vladimir Putin dijo que Rusia está "preparada" para el inicio en dos días de este gran evento.

 

Siete años después de la concesión de la sede, los organizadores ultiman los preparativos para la ceremonia de apertura del viernes en el estadio Fisht, construido a orillas del mar Negro.

Mientras tanto, Rusia continúa siendo objeto de críticas. Este miércoles se han organizado manifestaciones en distintos puntos del mundo contra la ley "anti-gay" promulgada el pasado año en el país y una ONG local de defensa del medioambiente ha criticado duramente los daños provocados por las obras para estos Juegos. Uno de sus militantes fue detenido este miércoles.

Tres meses después del inicio de su camino en Moscú para un largo periplo por el enorme país, la llama olímpica ha llegado a los distritos Lazarevski y Adler en Sochi, antes de llegar a las alturas de Rosa Kuthor, donde tendrán lugar las pruebas de montaña.

 

El mundo mira a Rusia

Hasta el viernes, la llama será llevada en Sochi a través de carretera, tren y barco. Entre los portadores previstos figuran el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Ban Ki-moon, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach y la 'zarina' del salto con pértiga, la rusa Yelena Isinbayeva.

La última etapa está prevista para el viernes, con el alumbrado del pebetero olímpico en el estadio Fisht, donde tendrá lugar la esperada ceremonia de apertura de los Juegos.

"Rusia ha trabajado durante siete años, hasta ahora. Es un proyecto nacional", declaró Putin, en referencia a los esfuerzos emprendidos desde la elección de Sochi en 2007.

 

Putin, gran amante del deporte, ha visitado las instalaciones situadas más cerca del mar, junto a la atleta Isinbayeva, excampeona olímpica en los Juegos de verano. La 'zarina' aprovechó para tomar varias fotos con su teléfono móvil durante el discurso de su jefe de Estado.

"Todos nuestros aficionados, cientos de miles, millones, van a seguir cada una de vuestras actuaciones con la mayor atención", declaró Putin, dirigiéndose a los miembros de la delegación rusa.

 

"Contamos con vosotros. Tenemos un equipo joven muy prometedor y estoy seguro de que haréis todo lo posible para triunfar", añadió.

Putin también puso el acento en la seguridad, una preocupación primordial de estos Juegos en una zona situada a unos cientos de kilómetros de las inestables repúblicas del Cáucaso norte, donde Rusia combate desde hace unos años una rebelión islamista.

El presidente ruso subrayó que la seguridad es "un motivo de preocupación" durante cualquier evento internacional, tanto deportivo como político.

Deporte no es una 'tribuna política'

Los Juegos de Sochi son los más caros de la historia olímpica y también unos de los más controvertidos.

 

El día en el que la llama llegaba a Sochi, la ONG de defensa de los homosexuales All Out ha organizado manifestaciones en 19 ciudades del mundo, desde Nueva York a Melbourne pasando por París y la ciudad rusa de San Petersburgo (pero no en Sochi), dirigiéndose a los patrocinadores de los Juegos Olímpicos para que "salgan de su silencio sobre las leyes rusas anti-gays".

El pasado mes de junio, Putin promulgó una ley que castiga con multas y hasta con penas de prisión la "propaganda" de la homosexualidad ante menores de edad, lo que ha suscitado fuertes críticas en el panorama internacional.

"Es el momento de empujar a los patrocinadores a utilizar su poder económico, con el fin de hacer un llamado para la derogación de estas leyes discriminatorias", escribe All Out en su sitio internet.

 

El martes en Sochi, el presidente del COI, Thomas Bach, abordó este asunto y declaró que todo el mundo debía luchar contra "las discriminaciones", incluyendo las motivadas por la orientación sexual.

Pero Bach también subrayó que el deporte no debe ser "una tribuna para las disidencias políticas".