Los cafeteros de Colombia, cansados de promesas y de ser utilizados, miran con nostalgia sus cultivos, han perdido la esperanza, fueron engañados una vez más por el Gobierno y la Federación, que, urgidos de titulares, no dudaron, en marzo del año pasado, en firmar un acuerdo para levantar un paro cafetero que puso en evidencia el fracaso de la política agraria del gobierno Santos, y que busca cambiar cafeteros por mendigos.
Cambio mi finca, regalo mi finca... Los pueblos cafeteros desolados, donde la peladez cunde, las obligaciones incumplidas y las fincas en manos de encargados que con dificultad sacan su jornal, los dueños de fincas hacen negocios desesperados, cambian su finca por un estanquillo en Dosquebradas, una cafetería en Florencia, un carro viejo, una casa en el pueblo, cualquier cosa para salir de un cultivo que no tiene defensores ni futuro... Hasta el propio gobernador de Caldas Julián Gutiérrez Botero, se lo manifestó al exministro Fernando Londoño Hoyos.
El más bien pago. Genaro Muñoz, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, repartió mermelada burocrática para atornillarse en el cargo más bien pago de Colombia, cuyo salario es un secreto. Continuando con su falsa argumentación se escudó en las cifras de exportación de 10,5 millones de sacos, producidos a pérdida por los cafeteros de Colombia, sin investigar las denuncias de contrabando para recibir el PIC, lo importante era aumentar la producción para mantener esa burocracia.
¿Mario Gómez dónde está? Santos designa una comisión de expertos constituida por Juan José Echavarría y Mario Gómez Estrada, sufriendo esta el primer descalabro, el verdadero experto del café, el caldense Mario Gómez Estrada, hombre de carácter, que al ver la cadena de desaciertos de Genaro y el cúmulo de atropellos contra los cafeteros de Colombia no dudó en renunciar, dejando al "Patojo en la Piragua” de Guillermo Trujillo, mientras el pueblo "silva" en solitario.
Tras de cotudos con paperas. Quedó Juan José Echavarría quien le presentó al presidente Santos un informe que les traslada la culpa de la crisis sectorial a los cafeteros. El presidente, sin sonrojarse, los llamó a ser más eficientes, más productivos, a disminuir los costos de producción. ¡Hágame el favor! Como si la regulación de los precios de fertilizantes e insumos estuviera en manos de los caficultores, o que la recolección no se tuviera que hacer manualmente, o que las tierras del café no fueran laderas empinadas como lo son.
Las raíces del problema. El conflicto de intereses de la Federación Nacional de Cafeteros en su cuádruple calidad de:
1). Representante de los cafeteros.
2). Administrador del Fondo Nacional del Café.
3). Regulador de mercado del café y...
4). Agente comercializador comprador y exportador de café… continua latente y nadie hace nada por tocar esas vacas sagradas. La revaluación del peso continúa, los programas de cafés especiales ahora son tomados por la Federación no para ayudar a estos innovadores sino para convertirlo en un negocio para ella a través de Ferias y autorizaciones costosas.