Una de las mayores retrospectivas de “Los Carpinteros”, considerados como los artistas cubanos más innovadores y con mayor éxito internacional en la actualidad, es la exposición “La cosa está en candela” que acaba de inaugurarse en el Museo Miguel Urrutia del Banco de la República, MAMU.
Esta exhibición se presenta dentro del marco de Bienalsur y como Proyecto Asociado, la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur y esta vez en asocio con el Banco de la República.
La cosa está en candela, que tiene la curaduría de Andrea Pacheco y producción del Banco de la República, propone explorar la obra de Los Carpinteros desde una perspectiva semiótica y entender toda su producción como un sistema de signos ambivalente, contradictorio, paradójico y, sin embargo, tremendamente subversivo. El humor es su estrategia.
La muestra presenta todo el abanico formal y conceptual de la producción artística de Marco Castillo y Dagoberto Rodríguez, que hoy está presente en las mejores colecciones del mundo, desde el Pompidou de París, Tate de Londres, Guggenheim de Nueva York, Daros, de Suiza o el Reina Sofía, de España.
Junto a sus piezas más conocidas -Sala de juntas, Catedral, Clavos Torcidos- se suman a esta exposición de Bienalsur obras prácticamente desconocidas de los artistas, como Concreto roto, Bola de pelo o 20 gentes, además de piezas inéditas, como Surround with sound your assy Tres casi guitarras.
Todas ellas recogen lo más representativo del trabajo de estos dos cubanos, grandes referentes del arte contemporáneo en Latinoamérica y quienes con obras de gran formato y utilizando el humor como estrategia, proponen perspectivas críticas sobre la realidad social del continente.
El colectivo artístico se creó en 1992 en La Habana, Cuba. Tanto Rodríguez c9omo Castillo son egresados del Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana. Durante sus casi veinticinco años de trayectoria, la dupla ha experimentado con casi todas las disciplinas artísticas —escultura, fotografía, dibujo, instalación, cine, performance—, utilizando una enorme diversidad de materiales —madera, ladrillo, papel, metal, plástico, cemento, tela, entre otros—. Obras a través de las cuales buscan desafiar al público y desestabilizar ideas preconcebidas.
“Su producción artística se nutre de una semilla: Cuba. Que a su vez comparte con el continente -desde el golfo de México hasta la Patagonia-, una serie de circunstancias que han reverberado contundentemente en la creación artística de toda la región: crisis económicas reiteradas, escasez, represión política, guerras y conflictos armados, junto a una herida colonial maciza y transversal como la cordillera de los Andes”, comenta Andrea Pacheco, curadora de la exposición.
Bienalsur es una experiencia inédita en Suramérica, que se propone como una herramienta de integración regional a través de la cultura y como un vehículo hacia la igualdad y la tolerancia. Con una forma revolucionaria, global y a gran escala se desarrolla exitosamente en la escena del arte aportando un nuevo circuito que en simultáneo une 16 países, 32 ciudades, 84 sedes y más de 350 artistas y curadores.
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