Por William Calderón
Los traidores en la historia
El historiador Pedro Juan González Carvajal nos recuerda que la traición se consuma cuando se comete el delito de quebrantar la fidelidad o la lealtad. Y señala que la alevosía, la felonía, la infidelidad, el prevaricato, son sus sinónimos más empleados y todo termina siendo una tragedia.
Veamos los traicioneros más famosos: Judas, Caín, Bruto, Efialtes, Temístocles, Pausanias y Alcibíades, en diferentes lugares y momentos de la historia, que debido a sus actos, en medio de lo vergonzoso y lo inaceptable, han catapultado para la historia a sus víctimas individuales.
Se habla de alta traición, cuando nos referimos a la que se comete contra el Soberano y el mismo Estado.
¿A quién se traiciona?
A aquél que ha confiado y que baja la guardia de la prevención cuando se trata de su círculo más próximo, al que considera de fiar.
¿Quién traiciona? Aquél que por acción o por omisión no salvaguarda la confianza que le fue entregada y quien abusa de ella en contra del otorgador de la misma.
¿Por qué se traiciona? Por convicción, en el caso de Bruto; por rencor y venganza, en el caso de Efialtes; por envidia, en el caso de Caín; por ambición, en el caso de Alcibíades; por ser un instrumento del poder o los poderes en ejercicio, como Judas y como Pausanias.
Crisis de confianza
González trae a colación estas ideas, ante la crisis de confianza que vemos hoy a nivel planetario, donde en medio de los vericuetos de la globalización y de la interrelación generada gracias a los medios de comunicación, los actores de la traición ya no son tan fácilmente identificables como antes, y los sujetos de la traición ya no son necesariamente individuos, sino grupos humanos completos.
Son traidores
Quienes desde sus salas de decisión con una negación o un asentimiento coartan las libertades de la gente. O a través de negocios truculentos desvían los recursos públicos. O permiten el deterioro del ambiente para asegurar la consecución de ingresos o réditos materiales. O desde el Estado toman decisiones que benefician a unos pocos y afectan a la mayoría. O las palabras, esconden sus verdaderas intenciones. O con tal de no enfrentar los problemas, o los dejan crecer para cuando les corresponda a otros poner la cara. O antes de una elección, prometen cosas a sabiendas de que no las pueden cumplir. O piensan una cosa, dicen otra y hacen otra. O en busca del beneficio y el interés personal, sacrifican el bienestar general y los objetivos nacionales.
Otras situaciones
Quienes negocian con el sufrimiento de la gente, son unos traidores o no aceptan la realidad por seguir aferrados a sus creencias. O negocian y venden sus principios; doblegan a sus conciudadanos a través de decisiones cortoplacistas y de corte electorero; firman acuerdos que no han de cumplir; promueven la participación como una dejada de constancia; no cumplen con la palabra empeñada, con el documento firmado o con el texto jurado y no tienen piedad para la Patria, son unos traidores.