LA BARCA DE CALDERÓN | El Nuevo Siglo
Viernes, 27 de Diciembre de 2013

Por William Calderón

 

Los traidores en la historia

 

El historiador Pedro Juan González Carvajal nos recuerda que la traición se consuma cuando se comete el delito de quebrantar la fidelidad o la lealtad. Y señala que la alevosía, la felonía, la infidelidad, el prevaricato, son sus sinónimos más empleados y todo termina siendo una tragedia.

Veamos los traicioneros más famosos: Judas, Caín, Bruto, Efialtes, Temístocles, Pausanias y Alcibíades, en diferentes lugares y momentos de la historia, que debido a sus actos, en medio de lo vergonzoso y lo inaceptable, han catapultado para la historia a sus víctimas individuales.

Se habla de alta traición, cuando nos referimos a la que se comete contra el Soberano y el mismo Estado.

 

¿A quién se traiciona?

 

A aquél que ha confiado y que baja la guardia de la prevención cuando se trata de su círculo más próximo, al que considera de fiar.

¿Quién traiciona? Aquél que por acción o por omisión no salvaguarda la confianza que le fue entregada y quien abusa de ella en contra del otorgador de la misma.

¿Por qué se traiciona? Por convicción, en el caso de Bruto; por rencor y venganza, en el caso de Efialtes; por envidia, en el caso de Caín; por ambición, en el caso de Alcibíades; por ser un instrumento del poder o los poderes en ejercicio, como Judas y como Pausanias.

 

Crisis de confianza 

 

González trae a colación estas ideas, ante la crisis de confianza que vemos hoy a nivel planetario, donde en medio de los vericuetos de la globalización y de la interrelación generada gracias a los medios de comunicación, los actores de la traición ya no son tan fácilmente identificables como antes, y los sujetos de la traición ya no son necesariamente individuos, sino grupos humanos completos.

 

Son traidores

 

Quienes desde sus salas de decisión con una negación o un asentimiento coartan las libertades de la gente. O a través de negocios truculentos desvían los recursos públicos. O permiten el deterioro del ambiente para asegurar la consecución de ingresos o réditos materiales. O desde el Estado toman decisiones que benefician a unos pocos y afectan a la mayoría. O las palabras, esconden sus verdaderas intenciones. O con tal de no enfrentar los problemas, o los dejan crecer para cuando les corresponda a otros poner la cara. O antes de una elección, prometen cosas a sabiendas de que no las pueden cumplir. O piensan una cosa, dicen otra y hacen otra. O en busca del beneficio y el interés personal, sacrifican el bienestar general y los objetivos nacionales. 

 

Otras situaciones

 

Quienes negocian con el sufrimiento de la gente, son unos traidores o no aceptan la realidad por seguir aferrados a sus creencias. O negocian y venden sus principios; doblegan a sus conciudadanos a través de decisiones cortoplacistas y de corte electorero; firman acuerdos que no han de cumplir; promueven la participación como una dejada de constancia; no cumplen con la palabra empeñada, con el documento firmado o con el texto jurado y no tienen piedad para la Patria, son unos traidores.