Jorge Armando Otálora | El Nuevo Siglo
Miércoles, 9 de Enero de 2013

La situación en varias zonas del Chocó es difícil por la acción de los grupos armados en el Alto, Medio y Bajo Baudó. Los enfrentamientos que se libran entre las facciones al margen de la ley están provocando desplazamiento de sus habitantes.
La población afrodescendiente soporta las consecuencias de la violencia. Desde hace unos días se vienen registrando choques entre las bandas Los Urabeños y Los Rastrojos. Esta región es un corredor que utilizan para el movimiento de drogas, armas y otras actividades ilícitas.

El defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, ha alertado sobre el problema de las actividades de los ilegales que se han extendido hasta el municipio del Litoral del San Juan. Las secuelas son graves porque a la gente le toca abandonar sus territorios ancestrales. El Defensor insiste a las autoridades sobre la intensificación de la lucha de las bandas con repercusiones para la población civil. El Gobierno deberá tomar medidas al respecto para evitar que continúe el desplazamiento de estas comunidades que aunque aferradas a su terruño, el riesgo que afrontan las obliga a emigrar. Hay que evitar que siga incrementándose el éxodo forzado de personas de las zonas rurales hacia las urbanas.