Xi y Putin ratificarán su visión de gobernanza global | El Nuevo Siglo
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Domingo, 19 de Marzo de 2023
Redacción internacional con AFP

LA RELACIÓN estratégica enmarcada en su compartida visión de un nuevo orden mundial será rubricada por los presidentes de Rusia, Vladimir Putin y China, Xi Jinping, en el reencuentro personal que tendrá lugar en Moscú, el primero tras el inicio de la ‘ofensiva militar’ especial del Kremlin en Ucrania.

En lo corrido del año, el reelecto para un tercer mandato en el gigante asiático, líder indiscutible en su país y en el mundo, ha intensificado su rol de peso en la coyuntura global, al punto que hace dos semanas entregó a Kiev y Moscú una propuesta para poner fin a la guerra.

Es en el marco de su ‘Iniciativa de Seguridad Global’ (ISG) que lanzó al concluir el pasado domingo la Asamblea Nacional Popular (único partido político en China) que abrirá una ‘nueva era’ en su tan clave como estratégica relación con Rusia.

Así, en una visita de tres días a Moscú que iniciará este lunes, Xi Jinping y Putin firmarán una serie de acuerdos, aún desconocidos, con los que iniciarán este fortalecido ciclo bilateral y que, sin duda, serán un mensaje al mundo tanto sobre su visión como misión en la geopolítica global.

El viernes tanto la cancillería china como el Kremlin confirmaron la visita del presidente asiático a su aliado con quien mantiene una amistad ‘firme como una roca’. Dicho anuncio ocurrió horas antes de que la Corte Penal Internacional (CPI) informara sobre una orden de detención que emitió contra el mandatario ruso por tener ‘indicios de que cometió un crimen de guerra’ la deportación de niños en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia.

Los dos pesos pesados de la política mundial sostendrán un primer encuentro el lunes, antes de una jornada de negociaciones más formales el martes.

"Los líderes firmarán (...) una declaración conjunta sobre el fortalecimiento de nuestra asociación global y nuestra relación estratégica, que entrará en una nueva era", indicó consejero diplomático Yuri Ushakov, citado por las agencias de prensa rusas.

Ushakov también elogió la "moderación" de Xi sobre el conflicto en Ucrania, un tema en el cual China busca presentarse como mediador, pese al apoyo diplomático prestado a Rusia.

El jueves, el canciller chino, Qin Gang, insistió en una conversación telefónica con el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, en que Kiev y Moscú deben entablar conversaciones de paz "lo antes posible".

Estados Unidos expresó luego que se opone al llamado chino de un alto el fuego, ya que considera que consolidaría la "conquista rusa", según declaró John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

Estados Unidos, a la cabeza de una coalición occidental para armar a Ucrania desde que Rusia invadió el país el año pasado, teme que un alto el fuego alivie la presión sobre las fuerzas rusas y brinde al Kremlin la oportunidad de consolidar su control sobre franjas de territorio.

"Un alto el fuego ahora es (...) efectivamente la ratificación de la conquista rusa" y dejaría a Moscú las manos libres "para afianzar aún más sus posiciones en Ucrania, para reconstruir, reequipar y actualizar sus fuerzas para que puedan reiniciar los ataques contra Ucrania cuando elijan", arguyó Kirby, al tiempo que agregó que "no creemos que este sea un paso hacia una paz justa y duradera".

El funcionario reiteró que el presidente estadounidense Joe Biden tiene previsto hablar por teléfono con Xi, pero "no hay una llamada programada".

 Cooperación plena

La diplomacia china afirmó que la de Xi es una "visita por la paz", destinada a "practicar el multilateralismo (...) mejorar la gobernanza global y contribuir al desarrollo y el progreso del mundo".

El Kremlin indicó que Xi y Putin abordarán la "profundización de la colaboración exhaustiva y la cooperación estratégica entre Rusia y China", sobre todo "en la escena internacional", y añadió que "se firmarán documentos bilaterales importantes".

La visita de Xi se producirá casi 13 meses después del inicio de la campaña rusa en Ucrania, que en buena medida aisló a Moscú a nivel internacional.

China no ha condenado la ofensiva militar y ha tratado de presentarse como un actor neutral en la contienda. Su posición ha sido criticada por líderes occidentales, que creen que la potencia asiática está dando a Moscú cobertura diplomática.

Estados Unidos acusó incluso a China de estar planteándose la entrega de armas a Rusia, lo que Pekín negó con firmeza. Pese a estas acusaciones, los dos dirigentes van a abordar la cooperación militar y técnica, según el Kremlin.

Vassily Kashin, un experto en geopolítica radicado en Moscú, afirmó que la "agenda económica" es un tema dominante para Rusia, que "debe reorientar su economía hacia China frente a las sanciones económicas occidentales", relacionadas con la ofensiva en Ucrania.

China, por su parte, "se reivindica como una fuerza política importante en la escena internacional" y quiere tener "el mayor número posible de partidarios", explicó a la AFP.

China y Rusia estrecharon su colaboración en los últimos años a nivel económico, militar y político.

Xi visitó Rusia por última vez en 2019. Putin asistió el año pasado a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, y ambos líderes se reunieron en persona en una cumbre regional de seguridad el pasado septiembre en Uzbekistán.



¿Diálogo entre Xi y Zelenski?

En un documento de 12 puntos publicado el mes pasado a propósito del conflicto en Ucrania, China llamó al diálogo y a respetar la integridad territorial de todos los países.

En cualquier caso, el llamado chino a la paz parece lejos de materializarse.

Este viernes, el Kremlin prometió que los cazas MiG-29 que Polonia y Eslovaquia entregarán a Ucrania serán "destruidos", y denunció la "creciente implicación" de los países de la Otan en el conflicto con Kiev.

Según Ja-Ian Chong, profesor asociado en la Universidad Nacional de Singapur, el alcance de los esfuerzos chinos de paz "dependerá de la sustancia de lo que proponga en las reuniones" con Putin y eventualmente con la clase gobernante ucraniana.

"Su anterior plan de paz fue más una serie de principios generales que una propuesta aplicable", declaró

este especialista en política exterior china.

Desde el inicio del conflicto, el presidente chino no ha tenido ninguna entrevista con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.

Según el Wall Street Journal, podría haber una conversación tras la visita de Xi a Moscú.

Con Lula

En esa intensa agenda exterior, Xi Jinping recibirá a su homólogo y primer socio comercial, el brasileño Luis Inácio Lula da Silva, con quien también abrirá una ‘nueva era’ en la relación bilateral.

El viaje oficial a China del mandatario latinoamericano está previsto del 26 al 31 de este mes, y ocurre además en un momento de alta tensión internacional no sólo por la posible escalada en la guerra ante la entrega, por parte de Polonia y Eslovenia, de aviones caza a Kiev, sino por la orden de detención de la CPI contra Putin.

Lula impulsa una propuesta para que Brasil participe en un eventual proceso multinacional de diálogo para acabar con el conflicto entre Moscú y Kiev.

Las conversaciones van a "impulsar la asociación estratégica integral entre China y Brasil a un nuevo nivel y van a haber nuevas contribuciones para la promoción de la estabilidad y la prosperidad regional y global", sostuvo el vocero de la diplomacia china, Wang Webin al confirmar la visita de Estado de Lula a Pekín.

China es el primer socio comercial de Brasil, con más de 150.000 millones de dólares de comercio bilateral el año pasado, muy por delante de Estados Unidos (88.800 millones de dólares).

Será el primer viaje de Lula a China desde que asumió su tercer mandato, en enero.

"La relación entre los dos países es buena, rica y densa. Esta visita es una gran oportunidad para que Brasil y China le hablen al mundo", remarcó en Brasilia el secretario para la región Asia y Pacífico de la cancillería brasileña, Eduardo Paes Saboia.

La agenda bilateral abarca temas como desarrollo ecológico, transición energética, educación, productos agrícolas, y se prevé la firma de al menos 20 acuerdos.

El mandatario izquierdista viajará acompañado de varios de sus ministros, una treintena de parlamentarios y 240 empresarios, especialmente del sector del agronegocio.

Brasil es el principal destino de inversiones chinas en América Latina, y a la vez es el mayor proveedor de productos agropecuarios al país asiático.

Lula, que ya dirigió la primera economía de Latinoamérica entre 2003 y 2010, anunció en su discurso de investidura que reanudaría la "integración sudamericana" y un diálogo "elevado y activo" con Estados Unidos, Europa y China