Cerca de 3.800 personas murieron o resultaron heridas en el mundo el año pasado por minas antipersonales de fabricación casera colocadas por grupos armados, un récord de víctimas, indicaron varios observadores este jueves.
Grupos de vigilancia del cumplimiento de la convención contra las minas antipersonales --aprobada hace 20 años-- informaron que todavía existen gobiernos que siguen recurriendo a ellas y advirtieron el número de muertos o heridos relacionados con su uso va en aumento.
En los años posteriores a la entrada en vigor del tratado, en 1999, el número anual de víctimas debidas a minas terrestres y a explosivos colocados en tiempos de guerra se redujo, de cerca de 10.000 a 3.500 en 2013.
Stephen Goose, director de la sección de armas en la organización Human Rights Watch y colaborador del el Observatorio Landmine Monitor, señaló que el tratado "creó un fuerte estigma contra las armas que incluso afecta a quienes no lo firmaron".
El tratado, rubricado por 164 Estados, ayudó a frenar virtualmente el uso de minas por parte de los gobiernos, también aquellos que no lo firmaron.
Birmania, que no forma parte del tratado, es el único país cuyas fuerzas recurrieron a minas antipersonales el pasado año.
"Es justo decir que decenas de miles, si no cientos de miles, de vidas [...] fueron salvadas por el tratado de prohibición de minas", declaró Goose a los periodistas en Ginebra.
Pero, aunque casi todos los gobiernos estén dejando de usar las minas terrestres, el uso de explosivos por parte de grupos armados va en aumento.
El año pasado, esos grupos usaron minas antipersonales en al menos seis países -Afganistán, India, Birmania, Nigeria, Pakistán y Yemen- y se sospecha que también lo hicieron en Camerún, Colombia, Malí, Libia, Filipinas, Somalia y Túnez.
"En los últimos cuatro años hemos asistido a un aumento significativo" de las muertes relacionadas con las minas, indicó Loren Persi, especialista en asistencia a las víctimas en el observatorio Landmine Monitor.
El año pasado se registraron 6.897 víctimas relacionadas con varios tipos de minas terrestres y explosivos colocados en época de conflictos, casi el doble que en 2013, destacó el observatorio.
Más de la mitad de esos casos -un total de 3.789 heridos y muertos- estuvieron causados por artefactos caseros.
Aún así, Goose afirmó que unos 70 grupos armados también renunciaron a usar esos explosivos desde 1999, aunque otros, como el grupo Estado Islámico, los talibanes de Afganistán y los rebeldes hutíes de Yemen, siguen empleándolos.