MEDIDAS de ayuda para 700 familias afectadas por el incendio que se desató la tarde del martes en Valparaíso, y que las autoridades denunciaron de “alta intencionalidad” anunció ayer el presidente Sebastián Piñera al visitar ayer ese puerto, el más turístico de Chile.
El voraz incendio, que afectó a 245 viviendas la Nochebuena, consumió rápidamente unas 150 hectáreas de pastizales en la parte alta de los cerros Rocuant y San Roque, sin que se registraran heridos ni víctimas fatales.
"No vamos a dejar solas a las familias afectadas", dijo Piñera, que no avisó previamente a los medios de su viaje a Valparaíso, uno de los lugares más visitados de Chile, famoso por las pequeñas casas multicolores que cuelgan de sus 44 cerros.
Piñera anunció que las familias afectadas recibirán un bono para la compra de enseres según la afectación de sus viviendas, y otro para el alquiler de una propiedad, ambos destinados a superar la emergencia inmediata.
Además, en el marco de medidas más definitivas, el mandatario anunció un programa de subsidios para que los afectados puedan comprar otra vivienda, nueva o usada, pero en otro lugar.
"No podemos seguir construyendo viviendas en zonas de alto riesgo", dijo el mandatario, sobre los asentamientos, algunos ilegales, que se multiplican en los cerros de Valparaíso, donde el fuerte viento, la sequía y una precaria urbanización conspiran para hacer crecer las llamas.
Pero algunos afectados insisten en quedarse en esos lugares.
"Yo me quedo aquí; llevo 30 años en mi sector y aquí me voy a quedar. Vamos a volver a levantarnos y volver construir" en el mismo lugar, dijo Irma Victoriano, de 46 años, en el cerro San Roque.
"Alcanzamos a salir vivos (...) pero voy a volver a vivir donde mismo, porque no tenemos más dónde vivir. Vamos a volver a reconstruir (nuestra casa) con mi familia", afirma de su lado Iris Valdés, de 31 años, también habitante del cerro San Roque.
Las causas de los siniestros, que según Piñera ya fueron controlados, son investigadas por el Ministerio Público, pero el ministro de Agricultura, Antonio Walker, afirmó que detrás de éste y otros incendios ocurridos en la misma región en las últimas semanas hay "una alta intencionalidad".
"Hay indicios y algunas evidencias de que fue un incendio intencional, y si así fuera, sería extraordinariamente grave", afirmó por su lado Piñera.
Vecinos denuncian que momentos previos a que se iniciara el incendio, que encontró a todos en los preparativos de la Nochebuena, se pudo ver a una camioneta blanca en las cercanías del punto de inicio de las llamas.
Con 44 cerros, en su mayoría de muy difícil acceso, y gran vegetación en su contorno, los incendios son frecuentes en Valparaíso. En 2014, más de 3.000 casas fueron consumidas y 15 personas murieron por las llamas tras un gigantesco fuego forestal.
De cara al bravo océano Pacífico, en la ciudad conviven un antiguo centro declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que atrae a miles de turistas cada año, con miles de precarias viviendas, construidas casi sin ningún control y con materiales ligeros, en terrenos demasiado cercanos a los bosques que rodean a los cerros.
La basura que se acumula en zonas empinadas y de difícil acceso -donde es casi imposible conectar grifos para combatir las llamas- explica también gran parte de la vulnerabilidad de esta ciudad de casi 300.000 habitantes.
Según el ministro Walker, la temporada de incendios en Chile, que se inició el 1 de julio, contabiliza hasta este jueves 15.100 hectáreas afectadas. El año pasado, a la misma fecha, eran 4.500 las hectáreas consumidas por las llamas.