TRAS la dimisión de cuatro miembros del gobierno británico y las fuertes críticas que recibió el proyecto de acuerdo en el Parlamento, ¿para dónde va el Brexit?
Estos son algunos de los desarrollos posibles:
Lucha de poder
May deberá hacer frente a un voto de censura si al menos 48 diputados de su Partido Conservador - 15% del grupo parlamentario - piden un nuevo líder.
Varios diputados conservadores han dicho que están cerca de alcanzar ese número. Una mayoría de los 315 legisladores del partido debería votar contra ella para hacerla caer. Y su portavoz afirma que May lucharía hasta el final.
Si el movimiento fracasa, no podrá organizarse otra votación de este tipo antes de un año. Una victoria reforzaría su posición y le permitiría hacer avanzar su proyecto de acuerdo para la salida de la Unión Europea, prevista el próximo 29 de marzo.
Si May es derrotada, se elegiría a un nuevo líder entre dos candidatos seleccionados por los diputados del partido, para lo que se podría tardar semanas o incluso meses.
Esto tendría un impacto en la agenda del Brexit y además un nuevo primer ministro podría querer reabrir las negociaciones con Bruselas.
May triunfa
La primera ministra ya superó con gran tenacidad varias crisis políticas desde su llegada al poder tras el referéndum de junio de 2016.
Puede sobrevivir a una eventual moción de censura y acabar consiguiendo el acuerdo del parlamento para su proyecto.
Los diputados deben empezar a estudiar el texto a principios de diciembre, una vez que los líderes europeos lo hayan aprobado en una cumbre extraordinaria el 25 de noviembre.
El Partido Conservador tiene 315 de los 650 escaños. Así que May necesitará el apoyo de los 10 diputados del pequeño partido unionista irlandés DUP, pero también de un cierto número de los 257 diputados del opositor Partido Laborista para paliar las defecciones que se prevén en su propio campo.
El parlamento europeo debería después aprobar el acuerdo a principios de 2019.
Elecciones anticipadas
Si el parlamento rechaza el acuerdo, hay dos posibilidades:
- o los diputados piden a May que renegocie el acuerdo con la UE, una hipótesis que la parte europea no quiere contemplar pero que no está completamente descartada, según una fuente europea.
- o la oposición laborista presenta una moción de censura contra el gobierno y desata la convocatoria de elecciones anticipadas.
Serían los segundos comicios anticipados en dos años después de que May decidiese convocarlos en junio de 2017 para reforzar su posición aunque acabó perdiendo la mayoría absoluta.
También podría ocurrir si dos tercios de los diputados votan a favor de nuevas elecciones, sin moción de los laboristas.
No hay acuerdo
Si el parlamento rechaza el texto o un nuevo dirigente se niega a seguir en conversaciones con la UE, el Brexit se puede hacer sin acuerdo de retirada.
Es un escenario catastrófico para los medios económicos y financieros británicos. La ruptura brutal, aunque el gobierno se haya preparado para ello, provocaría grandes atascos en los puertos que unen Gran Bretaña con el continente, privaría a los ciudadanos europeos de su estatuto privilegiado y podría impedir que los aviones británicos vuelen a Europa y otros destinos.
Un segundo referéndum
Esta idea no deja de ganar adeptos aunque May la haya descartado categóricamente.
En la consulta, se podría preguntar a los británicos qué piensan del contenido del acuerdo obtenido por May e incluso plantearse anularlo todo y acabar con el Brexit.
Pero la aritmética parlamentaria y el tiempo limitado representan obstáculos de envergadura. Una mayoría de diputados debería estar de acuerdo en convocar la consulta pero la mayoría de conservadores no son partidarios de ella.
Se necesitarían al menos cinco meses para organizar un referéndum, lo que implicaría retrasar la fecha de salida, a condición de que la UE esté de acuerdo.
Ministro del Brexit
La jefa de gobierno británica, Theresa May, nombró a un euroescéptico como nuevo ministro para el Brexit y recibió el apoyo de dos destacadas figuras de su partido, un balón de oxígeno ante la amenaza de una moción de censura.
Un día después de la renuncia de Dominic Raab, May nombró como su sucesor al abogado euroescéptico Stephen Barclay, de 46 años, hasta ahora secretario de Estado de Salud.
Por su parte la exministra de Interior Amber Rudd, fiel colaboradora de la jefa de gobierno, será la nueva titular de Trabajo y Pensiones, informó Downing Street.
En una jornada frenética, el jueves habían renunciado cuatro miembros del gobierno descontentos con el proyecto de acuerdo de Brexit negociado con Bruselas, lo que debilitó a May en un momento crítico.