PROYECTOS legislativos contra saqueadores y manifestaciones violentas hacen parte del paquete de medidas que para incrementar el control del orden público, tres semanas después del inicio de un estallido social que no da tregua, anunció el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Un día después de que enfrentamientos, saqueos e incendios se produjeran en el barrio de Providencia, alcanzado lugares más acomodados que hasta ahora habían permanecidos indemnes a las protestas, Piñera anunció nueve medidas ejecutivas para incrementar el control público, al tiempo que propuso darle urgencia a un proyecto de ley contra encapuchados que provoquen desordenes y presentar una ley antisaqueos al Congreso.
"Estamos convencidos que esta agenda representa y constituye un aporte significativo e importante para mejorar nuestra capacidad de resguardad el orden público", dijo el mandatario en un mensaje en el palacio presidencial.
Las protestas en Chile arrancaron el viernes 18 de octubre y se saldan hasta ahora con 20 muertos y destrozos, saqueos e incendios. La policía informó que en estas casi tres semanas ha arrestado a unas 10.000 personas por desórdenes, en su mayoría liberadas al poco tiempo.
Entre las propuestas de Piñera destaca el envío al Congreso de una 'ley antisaqueos", que endurece las sanciones que este tipo de delitos, la discusión inmediata a una ley "antiencapuchados" que presentó en su primera administración (2010-2014) y otra iniciativa para endurecer las sanciones a quienes enciendan barricadas incendiarias en las vías públicas.
Además, anunció la creación de un equipo especial de abogados para perseguir los delitos de desórdenes, de un estatuto especial para la protección de policías y la modernización del sistema nacional de inteligencia.
Adicionalmente, el mandatario informó que convocó a una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, que solo puede ser convocado por el presidente y está constituido por las principales autoridades del país. Hasta 2005, tras una reforma a la Constitución, éste órgano -en el que antes las fuerzas armadas tenían mayoría- quedó relegado a tener funciones consultivas.
Entre tanto, las protestas sociales se hacían sentir en varios puntos de Chile ayer: carreteras bloqueadas por camioneros y manifestaciones en distintos sectores de Santiago y otras ciudades, incluidos los barrios más acomodados.
Ayer otra convocatoria por redes sociales llamó a hacer un "gran tour al oasis" y llegar hasta la rica comuna de Las Condes, una zona de Santiago con los metros cuadrados más costosos del Chile.
Este llamado se hizo un día después que las manifestaciones llegaran al este de la capital chilena, donde se concentra el poder económico y financiero, y que derivó el miércoles en serios enfrentamientos, saqueos y destrozos en el barrio de Providencia, en los alrededores del centro comercial Costanera Center, símbolo del progreso económico en Chile.
Un grupo de manifestantes recorrió la avenida Vitacura, sector exclusivo de residencias y sedes de organismos internacionales, embajadas y comercio de lujo. Otros centenares de personas -en su mayoría estudiantes- protestaron en el centro de Santiago, escenario habitual de las manifestaciones en estas últimas semanas.
Empleados de los servicios públicos de Salud, que reclaman desde hace años mejoras salariales y más recursos para la atención primaria, donde se atiende el 80% de los chilenos, llegaron temprano hasta la sede de la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Representantes del Colegio Médico, estudiantes y funcionarios de consultorios públicos, le exigieron a la organización internacional "pronunciarse por las violaciones a los Derechos Humanos y las muertes que han ocurrido en Chile" durante el estallido social, en el que se contabilizan 20 fallecidos, entre ellos cinco a manos de agentes del Estado. Después de entregar una carta a la OMS, los manifestantes comenzaron a marchar hasta el centro de Santiago.