El mundo entró en una "fase peligrosa" de la pandemia del coronavirus con el desconfinamiento, alertó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante un virus que sigue circulando a gran velocidad en América Latina.
"El mundo entró en una fase nueva y peligrosa. Mucha gente está evidentemente cansada de quedarse en casa. Los países están deseosos de reabrir su sociedad y su economía", declaró el jefe de la OMS, Tedros Tedros Adhanom Ghebreyesus quien pidió discreción.
Las autoridades sanitarias italianas pidieron el viernes "prudencia" tras haber constatado "señales de alerta sobre la transmisión" del virus, en particular en Roma.
El coronavirus avanza de forma inexorable y el número de fallecidos se multiplicó por dos en un mes y medio. Desde que se detectó en China en diciembre ha contagiado a más de 8,5 millones de personas.
En las últimas 24 horas, Brasil, con más de 1.200 muertos, y México, con 770, son los países del mundo que registraron más decesos.
México también contabilizó 5.662 nuevos casos de contagio, una cifra diaria récord en ese país. El gobierno empezó el 1 de junio la reapertura gradual de actividades económicas.
Hugo López Gatell, subsecretario mexicano de Salud y encargado de la estrategia contra la covid-19, reconoció sin embargo que "la epidemia todavía no se acaba" y que se han superado las estimaciones iniciales de fallecimientos.
El virus tampoco da tregua a Brasil, un país de 210 millones de habitantes que registra 47.748 fallecidos y 978.142 positivos, y es el segundo más golpeado después de Estados Unidos.
Chile, que se acerca a los 4.000 muertos, endureció las sanciones para quienes no respeten la cuarentena, con penas de hasta cinco años de cárcel.
Si la pandemia no deja de avanzar en América, en China, que había recuperado cierta normalidad y donde el virus parecía controlado, se teme desde la semana pasada un rebrote de la enfermedad.
El viernes, las autoridades informaron de 25 nuevos casos en Pekín, lo que lleva a 183 los contagios en esa capital de 21 millones de habitantes.
Este repunte obligó al régimen comunista a imponer el confinamiento en varios barrios y a efectuar pruebas de diagnóstico a miles de habitantes.
Pero Estados Unidos pone en duda la "credibilidad" de estas cifras y pide enviar a observadores "neutrales".
China reveló el viernes el genoma del coronavirus detectado en estos días y dio a entender que este virus sería una versión del que circuló por el continente europeo hace varias semanas o meses.
"Es posible que el virus que provoca actualmente una epidemia en Pekín haya viajado desde Wuhan hasta Europa y haya vuelto ahora a China", estima Ben Cowling, profesor del Centro de Sanidad Pública de la Universidad de Hong Kong.
Otro dato científico, esta vez desde Italia, reveló el viernes que el nuevo coronavirus ya estaba en las aguas residuales de Milán y Turín (norte) en diciembre pasado, dos meses antes de registrarse oficialmente el primer paciente de covid-19.
Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia con cerca de 120.000 muertos, registró 687 muertes en las últimas 24 horas, octavo día consecutivo con un balance diario inferior a mil decesos.
El asesor médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, aseguró que no es necesario ordenar más cierres generalizados en Estados Unidos, sino que la gestión deberá tener un enfoque local.
Sin embargo, pese a lo datos alentadores, el país registra un aumento de casos en una veintena Estados y el foco se trasladó desde Nueva York y el noreste al sur y el oeste.
Es el caso de Oklahoma, Carolina del Norte y la Florida, donde algunas localidades ordenaron el uso de mascarilla.
En este contexto, no se plantea por ahora la reapertura de fronteras, con Europa, ni con México o Canadá.