Unos meses después de su posesión como Presidente de Ecuador y sucesor de Rafael Correa, Lenín Moreno cambió el direccionamiento de su gobierno en temas como el manejo de la política exterior. Como ha sido evidente en las últimas elecciones, América Latina viró a la derecha. Y junto a esta tendencia, también cambió la postura del Jefe de Estado de Ecuador, incidiendo de igual forma en su relación con la comunidad internacional.
Lejos del correísmo
Moreno llegó a la presidencia de Ecuador en mayo de 2017 bajo la Alianza País, movimiento que fundó Correa en 2006. Ocupó este cargo en medio de una amplia deuda pública, estrechez económica y numerosos casos de corrupción. Moreno, quien fue vicepresidente de Correa durante seis años, venía como el sucesor de las políticas de corte izquierdista que este último había llamado “socialismo del siglo XXI”. Este concepto era de común aceptación entre el bloque conocido como el eje bolivariano, conformado por Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua, con el respaldo de Cuba, Argentina y Brasil y que fue liderado por Hugo Chávez.
Con Correa, la política internacional estuvo marcada por la generación y establecimiento de alianzas que compartieran una semejanza ideológica. “Las decisiones que se tomaban obedecían a las convicciones ideológicas presidenciales, aunque se las presentaba como el ‘ejercicio altivo de la soberanía’. Lamentablemente, ejercer la soberanía era hacer la voluntad de Correa, sin tomar en cuenta ni los dictados del buen sentido ni el interés nacional”, afirma José Ayala Lasso en El Comercio. Así, esta forma de ejercer la política exterior, impulsó la creación de varios grupos regionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Pero la llegada de Moreno a la presidencia supuso, sorpresivamente, un cambio al manejo de la política exterior de Ecuador. Este giro estuvo marcado tanto por hechos internos como externos. Los primeros se reducen a situaciones que tuvo que enfrentar Moreno en su primer año de gobierno, como casos de corrupción de la gestión pasada, la legitimidad de su triunfo electoral y la situación económica.
Y en términos externos, como dice Mauricio Jaramillo, profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario en la Revista Nova et Vetera, primero a los bajos precios del petróleo, segundo a la situación en Venezuela que ha desprestigiado los gobiernos de izquierda y tercero, “los espacios regionales políticos, parecen agotarse y Ecuador con ello pierde la oportunidad de convertir a Quito en el epicentro de Suramérica”.
Así las cosas, Moreno ha modificado la postura de Ecuador a nivel internacional alejándose del eje bolivariano, condenando al régimen de Nicolás Maduro, por ejemplo, a través de la participación como observador en el Grupo de Lima (formado para buscar una salida a la crisis en Venezuela), haciendo efectiva su retirada de Unasur en marzo de 2019 y queriendo formar parte de la Alianza del Pacífico. Además, se han hecho evidentes los acercamientos entre Ecuador y Estados Unidos en temas de cooperación económica y lucha contra el narcotráfico.
Otra manifestación que ha dividido a los países de la región y que ha mostrado el cambio en la política exterior de Ecuador, es el reconocimiento de esta nación a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Esta postura es simbólica, teniendo en cuenta la estrecha relación que manejaba Correa con Chávez y luego con Maduro. Ecuador ha cambiado su postura hacia Venezuela y Nicaragua al condenar la violación a los derechos humanos en estos países.
De igual manera, recientemente se volvió a abordar el tema del viraje de Moreno en asuntos externos, con la anulación del derecho de asilo que Ecuador le otorgó a Assange en su Embajada en Londres en 2012, cuando fue acusado en Suecia por casos de violación y acoso sexual y dos años antes de haber revelado documentos secretos de Estados Unidos. Al principio de su gobierno, Moreno ratificó que seguiría apoyando el asilo del fundador de Wikileaks, con condiciones como, no interferir en asuntos internos de otros países. Pero el Presidente de Ecuador decidió la semana pasada “soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia”, comunicó Moreno a través de su cuenta de Twitter.
Aunque la postura del Presidente de Ecuador ha generado opiniones opuestas y su índice de favorabilidad ronda el 30%, es decir una significativa reducción del 70% con que inició su gobierno, se debe en gran parte a la situación económica. Quedan dos años para reactivar la economía y devolver la confianza a la población, de lo contrario el correismo podría retomar el poder en las próximas elecciones y la política exterior podría tener nuevamente un cambio.
En mi artículo del domingo pasado, por un error en el área de corrección, fue publicada una imprecisión al decir libanés cuando era libio. Puede encontrar el artículo modificado aquí: https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/04-2019-libia-camino-siria. Aclaración para los lectores: libanés es el gentilicio de una persona originaria o habitante del Líbano, país ubicado en Medio Oriente, mientras que libio es el gentilicio de una persona de Libia, país ubicado al norte de África.