El Senado de Brasil aprobó la intervención federal de seguridad a Río de Janeiro con 55 a votos a favor, 13 en contra y una abstención. La medida le permite a las Fuerzas Armadas mantener el control en la ciudad para frenar la escalada de violencia en los últimos años.
Con esta iniciativa, decretada por el presidente de Brasil, Michel Temer, se pretende mermar la ola de violencia en Río de Janeiro que dejó en el 2017 cerca de 7.800 homicidios, entre ellos, 10 niños y 100 agentes de la Policía.
El decreto rubricado por Temer, y avalado por la Cámara y el Senado, es el primero en su tipo que se pone en marcha tras la promulgación de la Constitución de 1988.
El general Walter Souza será la persona encargada de dirigir al comando militar que intervendrá las favelas que manifiestan mayor cantidad de problemáticas como pandillaje, bandas criminales y tráfico de estupefacientes.
Souza también controlará a la Policía, al sistema penitenciario y al Cuerpo de Bomberos encargados de Río de Janeiro.
Por su parte, el comandante del Ejército, Eduardo Vilas, le pidió al presidente Temer “garantías” para que los militares puedan realizar las acciones hasta el 31 de diciembre de este año.
En ese sentido, Vilas dijo que “necesitamos tener garantías para no enfrentar, en 30 años, una nueva Comisión de la verdad”. Esta última se realizó en Brasil entre el 2012 y el 2014 e investigó la violación de los derechos humanos en la dictadura militar.