Kirchner, ¿el verdadero poder en Argentina? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Sábado, 18 de Septiembre de 2021
Redacción internacional con AFP

MÁS por el ultimátum que le dio su vice, pero también mentora, Cristina Fernández de Kirchner, que por la debacle electoral de las primarias, el presidente Alberto Fernández realizó varios cambios en su gabinete para dar cabal cumplimiento al “relanzamiento” que la poderosa exmandataria le planteó.

Entre las modificaciones, el mandatario respondió a una petición expresa de su vicepresidenta, nombrando al hasta ahora gobernador de Tucumán, Juan Manzur, como nuevo jefe de Gabinete, cargo que ocupaba Santiago Cafier, quien pasará a la cancillería.

En el Ministerio de Seguridad, Aníbal Fernández, exjefe de Gabinete en la presidencia Kirchner, sustituirá a Sabina Frederic.

Entre tanto, el ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro, se mantiene en su cargo pese a que fue uno de los primeros en haber presentado renuncia tras estallar la crisis del gobierno “Frente de Todos”, partido que perdió 18 de los 23 distritos electorales, incluida la provincia de Buenos Aires, revitalizando así a Juntos por el Cambio que lidera el expresidente Mauricio Macri.

El presidente argentino también cambió a los titulares de Ganadería, Educación y Ciencia y Tecnología, así como al portavoz del gobierno en la secretaria de Comunicación y Prensa, que estaba a cargo de Juan Pablo Biondi, cuya renuncia irrevocable justificó como un paso decisivo para “pacificar2 la crisis del Ejecutivo.

Según informó la Casa Rosada, el presidente Fernández agradecido el trabajo realizado por los ministros salientes y recibió el "compromiso" en "esta nueva etapa" de los funcionarios designados que juramentarán sus cargos este lunes.

Como se sabe el miércoles seis ministros le presentaron carta de renuncia a Fernández tras la derrota sin precedentes del peronismo en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatoria (PASO), que desataron la crisis al interior el Ejecutivo.

Horas después, la decisión presidencial de no aceptar ninguna renuncia desató la ira de la vicepresidenta Cristina Kirchner quien tras lanzar duras críticas a Fernández le exigió un cambio de gabinete.

"¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?", escribió esa noche Kirchner  en una carta pública en la que criticó a jerarcas que "se atornillan a los sillones".

La vicepresidenta y líder del peronismo de centro-izquierda, señaló que en varias reuniones con el mandatario durante el último año le pidió un cambio de rumbo, sobre todo en política económica.

"Señalé que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales", dijo en la carta.

En su carta, Kirchner, expresidenta entre 2007 y 2015, remarcó que fue ella quien lanzó la candidatura de Fernández "con la convicción de que era lo mejor para mi Patria".


Además lea: Talibanes: un mes en el poder con duros desafíos


"Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión... pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino", apuntó.

Antes de esa dura crítica, Fernández había pedido cesar las disputas y ratificado que es él quien está al frente del gobierno.

"He oído a mi pueblo. La altisonancia y la prepotencia no anidan en mí. La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido. Lo haré llamando siempre al encuentro entre los argentinos", escribió el mandatario en Twitter.

Sin embargo, su cambio decisión, pocas horas después de la conminación que le hiciera Kirchner dejó en evidencia quién está realmente al mando.

Como se sabe, Argentina atraviesa una crisis económica que se vio agravada por la pandemia de covid-19. Para amortiguar los efectos de la parálisis de la economía por las restricciones sanitarias, el gobierno realizó fuertes emisiones de dinero, especialmente en 2020.

El panorama es más que preocupante porque a sus elevados índices de pobreza (42%) y desempleo (10%), suma una de las tasas de inflación más altas del mundo (32% de enero a agosto) y tiene pendiente una deuda de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.

Este 22 de septiembre, Argentina debe pagar al FMI un vencimiento de capital por 1.900 millones de dólares y en diciembre otro por el mismo monto.

El gobierno de Fernández intenta lograr un acuerdo de facilidades ampliadas que reemplace al stand-by suscrito en 2018. Gerry Rice, vocero del FMI, ratificó este jueves en Washington que se continúa "el trabajo con las autoridades argentinas para profundizar las discusiones técnicas hacia un programa respaldado por el FMI".

Rechazo en las urnas

El gobierno de Fernández y Kirchner, que se encuentra a mitad de su mandato, quedó duramente golpeado por el resultado de las primarias del pasado domingo, en las que la coalición gobernante Frente de Todos consiguió apenas 31% de los votos a nivel nacional, un resultado inesperado que mostró un rechazo mucho más amplio de lo previsto.

"No sé por qué se sorprenden, se ve que no viven en los barrios de nuestros compañeros porque cualquiera lo podía ver, la indignación por la falta de trabajo y educación", dijo Eduardo Belliboni, integrante de una de las organizaciones sociales que el jueves se tomaron la avenida 9 de julio en Buenos Aires, en una nueva y multitudinaria marcha contra el gobierno para exigirle que amplie las ayudas sociales, especialmente las de los comederos públicos.

La coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio, del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), obtuvo 40% de los sufragios a nivel nacional y le sacó una ventaja de cinco puntos al oficialismo en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista, reconfigurando el mapa político y apuntalando el proyecto de la derecha para las legislativas y presidenciales.

Al ser de voto obligatorio, las primarias se convierten en una suerte de encuesta a escala real. En este caso, el resultado hace temer al gobierno por su mayoría en el Senado y aleja la posibilidad de lograrla en la Cámara de Diputados.

Y aunque era un secreto a voces que el poder tras el trono era Cristina Fernández de Kirchner, el reversazo de Fernández a su decisión de no modificar el gabinete dejó en evidencia que es ella quién tiene el real peso político en el gobierno y, por ende, en las decisiones nacionales.

Sin embargo, ante la lectura ciudadana sobre la gestión de la dupla Fernández-Kirchner, ésta no la tiene nada fácil porque no sólo deberán reforzar sus políticas sociales sin contar con los recursos s para ello, sino que deberán comprometerse con el acuerdo exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reprogramar el pago su multimillonaria deuda.

"Nuestro objetivo sigue siendo ayudar a Argentina (...) en eso estamos comprometidos", aseguró el vocero del FMI, Gerry Rice, sin dar un cronograma para reestructurar la deuda de 44.000 millones de dólares.