La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, prometió este lunes un "compromiso duradero" de su país en Asia, en un momento en que la situación en Afganistán, tras la retirada de las tropas extranjeras, provoca temores en otros aliados de Washington.
"Nuestro gobierno tiene un compromiso duradero en Singapur, en el sureste asiático y en la región del Indo-Pacífico", garantizó Harris desde Singapur, en una pequeña gira por el sureste asiático que la llevará también a Vietnam.
"La razón por la que estoy aquí es porque Estados Unidos es un líder mundial y nos tomamos esto en serio", dijo Harris, en una rueda de prensa.
El viaje de la vicepresidenta coincide con la caída de Afganistán a manos de los talibanes y las imágenes de desesperación de miles de afganos que tratan de huir desde el aeropuerto de Kabul.
Esto ha empañado la imagen de Estados Unidos como superpotencia y ha aumentado el recelo en otros países asiáticos que durante mucho tiempo confiaron en su apoyo militar para su seguridad.
Harris no respondió a las preguntas sobre una pérdida de credibilidad, limitándose a explicar que la prioridad era "evacuar a los ciudadanos estadounidenses, a los afganos que trabajaron [con Estados Unidos] y a los vulnerables, especialmente mujeres y niños".
El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, agradeció "las garantías sobre las intenciones de Estados Unidos en la región y en el mundo", pero también dijo esperar que "Afganistán no se convierta en un nuevo epicentro del terrorismo".
La administración de Joe Biden trata de restablecer las relaciones con los países de esa región tras la tumultuosa presidencia de Donald Trump y garantizar la capacidad de estabilización de Washington ante una China cada vez más agresiva.
La región del sureste asiático, que engloba a diez países, es campo de creciente confrontación entre ambas potencias, que discrepan ante las reivindicaciones de Pekín sobre casi todo el mar de la China Meridional, que baña las costas de Filipinas, Vietnam, Malasia o Indonesia.
La vicepresidenta estadounidense reiteró así el compromiso de su país en mantener "un orden basado en el derecho internacional y la libertad de navegación, especialmente en el mar de China".
Primera vicepresidenta estadounidense en Vietnam
La segunda etapa de su viaje la convertirá en la primera vicepresidenta de Estados Unidos en visitar Vietnam. Figuras de la derecha criticaron el momento escogido para visitar el escenario de otra debacle militar histórica.
La salida de Afganistán ha devuelto el recuerdo de la caída de Saigón en 1975, con helicópteros evacuando apresuradamente a funcionarios por la azotea de la embajada estadounidense ante la llegada de las tropas del Viet Cong.
La Casa Blanca insistió en que la elección de este país responde a los desafíos geopolíticos del futuro, lejos del trauma de la guerra de Vietnam.
Antes de acudir a ese país, Harris, cuya madre es de origen indio, se reunirá con numerosos dirigentes de la próspera ciudad-Estado de Singapur, adonde llegó el domingo.
El lunes se reunió con el primer ministro, con quien firmó acuerdos para luchar contra las ciberamenazas y de cooperación frente al cambio climático y la pandemia de covid-19.
También pasó revista a la guardia de honor singapurense y recibió una orquídea bautizada con su nombre, un trato reservado a dignatarios.
La vicepresidenta visitará después la base naval de Changi y se dirigirá a los marines estadounidense del buque "USS Tulsa" de escala en esta isla asiática.
El martes está prevista la llegada de Harris a Hanói, donde llevará a cabo reuniones con el gobierno vietnamita.
En su agenda también figuran encuentros con representantes civiles del país comunista y la apertura de una sede regional del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).