Israel y Hamás, 200 días de guerra sin señales de tregua ni de los rehenes | El Nuevo Siglo
Familiares y simpatizantes levantan pancartas con retratos de israelíes mantenidos como rehenes en Gaza desde los ataques del 7 de octubre por militantes palestinos de Hamas, durante una manifestación pidiendo su liberación en Tel Aviv./AFP
Martes, 23 de Abril de 2024
Agence France Presse

SIN señal alguna de una posible desescalada o de que Hamás se disponga a liberar el centenar de rehenes, por lo que Israel no renunciará a la ofensiva militar, la guerra entre Israel y ese movimiento islamista en Gaza llegó ayer a 200 días.

"Después de 200 días, el enemigo sigue atrapado en las arenas de Gaza. Sin objetivo, sin horizonte, sin la ilusión de la victoria o de la liberación de los prisioneros", afirmó el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida, en referencia a los rehenes tomados en Israel por comandos islamistas el 7 de octubre.

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"Mientras un solo centímetro de nuestra tierra siga [sometido] a la agresión de la ocupación, seguiremos golpeando y resistiendo", agregó en una declaración difundida por televisión.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó su "determinación inquebrantable" de conseguir la liberación de casi 100 rehenes (según estimaciones israelíes) aún retenidos en Gaza.

En las últimas 24 horas, los bombardeos israelíes mataron a 32 palestinos, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza. El ejército hebreo realizó un ataque aéreo en la madrugada en el centro de la Franja, alcanzando las inmediaciones del campo de refugiados de Bureij y el campo de Nuseirat, según un corresponsal de AFP.

Catar, que junto a Egipto y Estados Unidos actúa como mediador para conseguir una tregua y la liberación de los rehenes, afirmó que los representantes de Hamás permanecerán en Doha mientras su presencia sea "útil y positiva" para las avanzar en las negociaciones.

Estas últimas se hallan estancadas y ambas partes se acusan mutuamente de bloquearlas.

Para derrotar a Hamás, Netanyahu prometió que continuará su ofensiva contra Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto que, según las autoridades israelíes, es el último gran bastión del movimiento islamista.

La comunidad internacional le insta a abstenerse de esa operación, temiendo una catástrofe humanitaria en una localidad de 1,5 millones de personas, en su gran mayoría desplazadas por la guerra desde otras zonas de Gaza.

Según funcionarios egipcios citados por el diario estadounidense Wall Street Journal, Israel prevé desplazar a los civiles de Rafah hacia Jan Yunis donde planea instalar carpas y centros de distribución de comida.

La evacuación de civiles duraría entre dos y tres semanas y se realizaría en coordinación con Estados Unidos, Egipto y otros países árabes como Emiratos Árabes Unidos, según los funcionarios egipcios.

Entre tanto, la ONU pidió una investigación internacional independiente sobre las fosas comunes halladas en los dos principales hospitales de la Franja, Al Shifa y Nasser, denunciando el "clima de impunidad reinante".

La Protección Civil de Gaza afirma que en los últimos días exhumó 340 cuerpos que habían sido enterrados por las fuerzas israelíes en fosas comunes cavadas en los recintos del hospital Nasser de Jan Yunis.

Israel tachó esas acusaciones de "infundadas".

Según el ejército israelí, durante su intervención en el hospital Nasser "se examinó con prudencia cuerpos enterrados por palestinos" para averiguar si había rehenes entre ellos.

"Durante su operación en el hospital Nasser" de Jan Yunis, "para tratar de localizar a rehenes y desaparecidos, se examinó con prudencia cuerpos enterrados por palestinos (...) y solo en los lugares donde los servicios de informaciones señalaban la posible presencia de rehenes", explicó el ejército, asegurando que durante todo el procedimiento "se preservó la dignidad de los difuntos".

"Los cuerpos examinados, al no ser de rehenes, volvieron a ser colocados en sus lugares", añadió.

La violencia también ha repuntado en la frontera de Israel con Líbano, entre el ejército y el movimiento chiita libanés Hezbolá, aliado de Hamás./AFP