El recrudecimiento en las agresiones que ha presenciado el mundo en Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), parece que apenas comienza.
Con una cifra, de 60 palestinos muertos, entre ellos 12 niños y más de 300 heridos por los bombardeos israelíes que comenzaron el lunes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu dijo que su país "está usando toda su fuerza frente a enemigos en el exterior y alborotadores en el interior", y fue enfático al advertir que su país seguirá respondiendo con firmeza.
Netanyahu, además, hizo hincapié en que Israel responderá cada vez con más firmeza al disparo de proyectiles desde el enclave palestino contra territorio israelí, aunque fue claro al advertir que no daría detalles.
En este sentido, está previsto que el ministro de Defensa Israeli, Benjamin Gantz, pida una extensión de dos semanas de la orden de emergencia en las zonas en un radio de 80 kilómetros desde la Franja, tal y como ha recogido el diario 'The Jerusalem Post'.
El propio Gantz ha defendido que las operaciones continuarán y que el país "no se prepara para un alto al fuego. Ahora mismo no hay fecha de finalización para la operación", indicó el ministro, quien añadió que Israel sólo hablará de calma cuando efectivamente haya una.
"No escucharemos discursos moralistas contra nuestro deber de proteger a los ciudadanos de Israel", puntualizó Gantz, quien se desempeñó como jefe del Ejército israelí durante la operación 'Margen Protector' de 2014.
Muertes de altos mandos de Hamás
Punto aparte, el Ejército de Israel y la agencia de seguridad del país denominada, el Shin Bet, informaron ayer que varias personas cercanas a Mohamed Deif, jefe del brazo militar de Hamás (Brigadas de Ezzeldín al Qasam), han muerto en los bombardeos ejecutados contra el enclave durante las últimas horas.
A este respecto confirmaron la muerte de Basem Isa, comandante de una brigada de Hamás en Ciudad de Gaza; Yamaa Tahla, jefe de operaciones informáticas y responsable de mejoras de los proyectiles; Yamal Zabeda, jefe de investigación y proyectos sobre municiones; y Hazem Hatib, ingeniero jefe sobre municiones.
El Shin Bet agregó que Sami Raduán, quien encabezaba el departamento de Inteligencia de Hamás, y Ualid Smali, encargado de equipamiento industrial en la fabricación de armas, también murieron durante los enfrentamientos.
Horas antes, el Ejército de Israel había indicado que había "neutralizado" al jefe de Inteligencia Militar de Hamás, Hasán Kaogi, y a su 'número dos', Uail Isa, quien era además jefe del Departamento de Contraespionaje e Inteligencia Militar. "Parece que nuestra información de Inteligencia era mejor", sostuvo.
Por su parte, a primera hora, Hamás y Yihad Islámica aseguraron que los ataques con proyectiles contra el territorio de Israel continuarán "hasta que el enemigo ponga fin a su agresión", en medio de un nuevo recrudecimiento del conflicto desde el lunes y que ha dejado también seis israelíes muertos.
La Sala Conjunta que integran los brazos armados de ambas facciones, consideradas como grupos terroristas por Israel, ha señalado que la bautizada como operación 'Espada de Jerusalén' continúa", para proteger al pueblo y los lugares sagrados", en lo que ha descrito como "una batalla sagrada".
Escalada en las tensiones
Estos nuevos enfrentamientos estallaron tras un aumento en las tensiones en la ciudad de Jerusalén, luego de que se ordenara la expulsión de familias palestinas en el barrio de Sheij Jarrá (Jerusalén del Este),
Las tensiones aumentaron el domingo cuando las fuerzas israelíes irrumpieron nuevamente en la Explanada de las Mezquitas --lugar conocido como Monte del Templo por los judíos-- y lanzaron gases lacrimógenos, incluso en el interior de la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
En respuesta, Hamás lanzó varios proyectiles contra Jerusalén y sus alrededores, tras varias advertencias a Israel sobre la represión policial, lo que llevó a Israel a responder con una campaña de bombardeos contra el enclave, a la que las facciones palestinas han respondido incrementando sus disparo de cohetes.
La comunidad internacional ha hecho un llamado a la calma, mientras que los países de la región han cuestionado de manera severa a Israel por la represión de las manifestaciones y especialmente por la irrupción de las fuerzas de seguridad en la mezquita de Al Aqsa.