La Agencia Tributaria (AEAT) notificó este miércoles al rey emérito Juan Carlos I la apertura de una inspección, razón por la cual le solicitó al monarca más información para comprobar la veracidad de las regularizaciones que ha presentado y que han permitido aflorar casi 5 millones de euros, la mayor parte presuntamente relacionados con vuelos privados que le sufragó una fundación de su primo Álvaro de Orleans-Borbón.
Hasta el momento, el abogado que representa a Juan Carlos I en las diligencias de investigación abiertas en su contra en la Fiscalía del Tribunal Supremo, ha informado de dos regularizaciones en Hacienda por un total de 678.393,72 y 4.395.901,96 euros respectivamente, abonadas los pasados meses de diciembre y febrero.
Es muy habitual que éstas se revisen y se hagan requerimientos posteriores para comprobar su veracidad. Si para hacer esa revisión no basta con un requerimiento de aclaraciones, se puede abrir una inspección al respecto.
El pasado 2 de marzo, Montero negó que haya pasividad en Hacienda en relación con las regularizaciones que ha presentado el Rey emérito y advirtió que estas "no terminan ningún proceso", sino que la Agencia Tributaria actuará como con cualquier contribuyente, comprobando si la regularización que ha presentado Juan Carlos es "completa y veraz".
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Con ocasión de la segunda de las regularizaciones, el abogado del rey emérito, Javier Sánchez Junco, indicó en una breve nota que esta declaración se realizaba "sin requerimiento previo de clase alguna".
Explicó también que la presentación de estas autoliquidaciones complementarias corresponden con las rentas derivadas de la asunción, por parte de la Fundación Zagatka, de "determinados gastos por viajes y servicios realizados por S.M. de lo que podrían derivar determinadas obligaciones tributarias que han quedado regularizadas".
La fundación Zagatka ha sido objeto de las pesquisas del fiscal suizo Yves Bertossa y ha sido mencionada en sus declaraciones ante la justicia de dicho país por la ex amante del rey emérito, Corinna Larsen, ya que la empresaria dijo al fiscal suizo que Juan Carlos I le había comentado que le pertenecía.
La alusión del abogado a la falta de requerimiento previo era importante, ya que el abogado de Juan Carlos Primero se apoya en las denominadas excusas absolutorias que contempla el artículo 305.4 del Código Penal, lo que le permite quedar exento de incurrir en delitos fiscales por este asunto.