Cuatro personas fallecieron en Carolina del Norte este viernes debido a estragos causados por el huracán Florence.

Entre las víctimas están una mujer y un niño que fallecieron tras la caída de un árbol sobre la casa en la que se encontraban en la ciudad de Wilmington, Carolina del Norte. Una tercera persona falleció al enchufar un generador de electricidad en el condado de Lenoir y una mujer murió de un ataque al corazón en Hampstead.

Las lluvias y fuertes vientos han ocasionado serios daños en viviendas y otras estructuras. En Wilmington las autoridades rescataron a unas 60 personas atrapadas en un motel colapsado por el huracán.

Aunque Florence se debilitó este viernes a categoría 1, las inundaciones siguen siendo una gran amenaza para la población.

El huracán registra vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora e intervalos que alcanzan velocidades superiores.

Las fuertes lluvias también ocasionaron que 550.000 familias quedarán sin suministro de electricidad solo en Carolina del Norte. En total más de 650.000 hogares están sin luz en el sureste del país.

“Nos enfrentamos a múltiples amenazas. Estamos profundamente preocupados por comunidades enteras que podrían ser barridas”, advirtió el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper.

El huracán tiene rumbo oeste a 9 kilómetros por hora, es decir, hacia el interior de Carolina del Norte y posteriormente al vecino estado de Carolina del Sur.