España, al mismo tiempo en que se tomó la decisión, había enviado un buque militar para rescatar a los migrantes
LA FISCALÍA italiana ordenó el desembarco de los cerca de 90 migrantes a bordo del barco humanitario español Open Arms en la isla siciliana de Lampedusa, anunciaron fueron oficiales.
La decisión fue tomada por fiscal de Agrigento (Sicilia), Luigio Patronaggio, tras una inspección de la policía judicial con dos médicos, precisó en un comunicado.
En un gesto desesperado, quince migrantes, algunos de ellos inclusive sin chalecos salvavidas, se lanzaron al agua para intentar llegar a nado a Lampedusa. Una portavoz de la oenegé española indicó que fueron rescatados por los guardacostas italianos y llevados a la isla.
"La situación está fuera de control", tuiteó Proactiva Open Arms, cuyo barco albergaba 147 migrantes al llegar cerca de Lampedusa y ahora tiene más de 80, luego de que decenas de menores de edad y enfermos fueran evacuados.
El barco llevaba 19 días bloqueado en el mar sin poder atracar, igualando el récord que marcaron los 32 migrantes rescatados por el SeaWatch3 y desembarcados finalmente en Malta el pasado enero. "La situación en el barco es explosiva, de máxima urgencia", reconoció Patronaggio al término de la inspección.
Varios migrantes se arrojaron el viernes al agua para intentar llegar a la costa italiana como gesto de desesperación. El fiscal abrió una investigación "contra desconocidos" por secuestro de persona, una acusación indirecta contra el ministro ultraderechista del Interior, Matteo Salvini, quien está por perder su cartera por la crisis de gobierno.
"¿Desconocidos? Me imagino que se llama Matteo Salvini (...) Quieren espantarme con esas denuncias", comentó por su parte Salvini en Facebook.
El gobierno español envió un buque militar a Lampedusa para recoger a los migrantes del Open Arms y finalizar la "emergencia humanitaria" a bordo del barco humanitario, del que varias personas saltaron al agua desesperadas por llegar a la costa italiana.
Fustigando de nuevo a Salvini, cuya posición tildó el lunes de "vergüenza para la humanidad", la ministra española de Defensa, Margarita Robles, estimó que "las vidas humanas no le importan nada".
"Ante la emergencia humanitaria, nadie debe mirar para otro lado. Nosotros no lo vamos a hacer, como lo está haciendo Salvini", subrayó.
Varados desde el jueves a unos cientos de metros de la costa de la isla italiana, los migrantes no han podido desembarcar ante la negativa de Roma a permitirlo, pese a existir un acuerdo de seis países europeos para acogerlos.
Socorridos en el Mediterráneo por la oenegé española Proactiva Open Arms, algunos de los migrantes llevan 19 días a bordo del barco, igualando el récord que marcaron los 32 migrantes rescatados por el SeaWatch3 y desembarcados finalmente en Malta el pasado enero.
Otro buque humanitario, el Ocean Viking, operado por SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF), sigue buscando un puerto seguro con más de 350 migrantes a bordo.