El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, elogió este lunes a Reino Unido por imponer sanciones para castigar violaciones de derechos humanos con un nuevo mecanismo tras su salida de la Unión Europea, que incluyeron a ciudadanos rusos.
"Este régimen de sanciones marca el comienzo de una nueva era para la política de sanciones del Reino Unido y la cooperación entre nuestras dos democracias", dijo Pompeo en un comunicado.
"Estados Unidos continuará buscando aliados y socios adicionales para aprovechar conjuntamente todas las herramientas a nuestra disposición para negar el acceso a los sistemas financieros internacionales y de Estados Unidos a todos aquellos que incurran en graves abusos contra los derechos humanos", agregó.
Reino Unido impuso sanciones por primera vez de forma independiente, tras haber abandonado oficialmente la UE el 31 de enero. Hasta el momento había aplicado los regímenes de sanciones de la Unión Europea y Naciones Unidas.
El lunes congeló activos de 25 rusos acusados de la muerte del abogado Serguéi Magnitsky en 2009 y a 20 saudíes sospechosos de participar en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Estambul en 2018, anunció el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, ante el Parlamento.
Rusia respondió amenazando con tomar represalias contra la acción "hostil".
En los últimos años, Estados Unidos ha utilizado con entusiasmo las sanciones individuales como herramienta de presión, incluida una ley que lleva el nombre de Magnitsky. Canadá también ha aprobado una legislación similar.