Estados Unidos "condena enérgicamente" el uso de la fuerza militar venezolana, dijo el viernes la Casa Blanca tras la muerte de dos indígenas que eran parte de un grupo que intentaba mantener abierta a la ayuda humanitaria la frontera con Brasil.
"Estados Unidos condena enérgicamente el uso de la fuerza militar venezolana contra civiles desarmados y voluntarios inocentes en la frontera de Venezuela con Brasil", señaló un comunicado de la presidencia.
"El presidente interino Juan Guaidó ha solicitado la asistencia humanitaria inmediata de la comunidad internacional para el pueblo de su país mientras que el régimen de (Nicolás) Maduro ordenó cerrar las fronteras y reprimir a quienes quieren hacer ingresar la ayuda al país", añade.
"El ejército venezolano debe permitir que la ayuda humanitaria entre pacíficamente en el país. El mundo está mirando", agregó la Casa Blanca.
Una mujer y un hombre de la etnia pemón murieron en la refriega registrada en el asentamiento Kumarakapay, ubicado en el estado Bolívar (sur), a poco más de una hora de la frontera con Brasil, indicó el diputado opositor Américo De Grazia en Twitter.
Indígenas pemones trataron de impedir que una caravana de vehículos militares avanzara hacia la frontera con Brasil para bloquearla, luego de que Maduro ordenara cerrarla denunciando eventuales "provocaciones" con el anunciado ingreso de ayuda humanitaria para el sábado.
Otros 15 miembros de la comunidad indígena resultaron heridos en el enfrentamiento tras la "arremetida de un convoy de la Guardia Nacional", informó Armando Obdola, de la oenegé Kapé Kapé.
Más tarde, indígenas pemones de otro asentamiento incendiaron un puesto de la Guardia Nacional en el aeropuerto de Santa Elena de Uairén en represalia al ataque, confirmó a AFP Obdola.
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— Juan Guaidó (@jguaido) 22 de febrero de 2019
En la comunidad de #Kumarakapay, 2 efectivos disparan ráfagas contra pemones que estaban en el puesto de control de la guardia. Resultado de este crimen: 12 personas heridas y 1 fallecida. Nuestra solidaridad con ellos. No quedará impune. #22Feb
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— Juan Guaidó (@jguaido) 22 de febrero de 2019
Decidan de qué lado están en esta hora definitiva.
A todos los militares: entre hoy y mañana ustedes definirán cómo quieren ser recordados. Ya sabemos que están con el pueblo, ustedes nos lo han dejado muy claro. Mañana podrán demostrarlo.
#AHORA Trasladan indigenas heridos de Bala en el enfrentamiento de esta madtugada desde el Hospital de Sta Elena hacia Brasil
— Angel Medina Devis (@AngelMedinaD) 22 de febrero de 2019
No hay medicamentos ni insumos para atenderlos#GranSabana pic.twitter.com/4yZpK1daRl
Toda la solidaridad con nuestro pueblo Pemón de Bolívar ante el ataque criminal del régimen a la comunidad de Kumarakapay en Gran Sabana. 2 pemones asesinados y más de 10 heridos, algunos de gravedad.
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) 22 de febrero de 2019
Nunca olvidemos la fuerza ancestral y valentía de nuestros pueblos indígenas! pic.twitter.com/ajGsO58xGm
"Falso positivo"
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constituyente que rige con poderes absolutos a Venezuela, puso en duda la participación de militares en el incidente.
"Hay una persona fallecida, es la información que tengo. Dijeron que había sido la Guardia Nacional, ya se está demostrando que no tiene nada que ver la Guardia Nacional", dijo Cabello a periodistas. "Es un falso positivo", afirmó.
Cuatro uniformados y un vehículo tipo jeep que formaban parte de una caravana militar fueron retenidos por líderes indígenas, reveló un parte policial al que tuvo acceso AFP.
El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por 50 países, fijó el sábado como día para la entrada de medicinas y alimentos, la mayoría enviados por Estados Unidos, a centros de acopio en Colombia, Brasil y la isla de Curazao.
Guaidó, que llegó sorpresivamente a Cúcuta, denunció más temprano en Twitter que dos efectivos militares dispararon "ráfagas contra pemones que estaban en el puesto de control de la guardia", y pidió que se entreguen o sean capturados.
Heridos trasladados a Brasil
Dos ambulancias venezolanas cruzaron este viernes la frontera brasileña, cerrada desde la noche anterior, transportando unos cinco heridos por arma de fuego a un hospital del estado limítrofe de Roraima, al norte de Brasil.
"No fue un enfrentamiento, fue un ataque", relató en un hospital brasileño el indígena venezolano Salomón Pérez, mientras aguardaba noticias sobre sus familiares que según él fueron heridos por los militares.
Algunos de las víctimas fueron llevadas a Santa Elena de Uairén, ciudad fronteriza venezolana, pero debido a la falta de insumos -aseguró Pérez- fueron trasladados a centros hospitalarios brasileños.
Las ambulancias venezolanas son los únicos vehículos que lograron cruzar la frontera desde el cierre decretado por Maduro
Condena al ataque
El representante especial norteamericano para Venezuela, Eliott Abrams, condenó el hecho en declaraciones a la prensa que lo acompaña en su visita a Cúcuta.
"Los mataron cuando trataban de conseguir alimentos y medicinas para sus familiares. Es un crimen, es una desgracia", aseguró.
También el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó "enérgicamente" el ataque, en un mensaje en Twitter.
La Fuerza Armada, cuya cúpula reitera su "lealtad irrestricta" a Maduro, se declaró en "alerta" en las zonas fronterizas para impedir la "violación" del territorio venezolano.
Maduro, bajo cuya gestión Venezuela cayó en la peor crisis de su historia contemporánea, ordenó además la suspensión de vuelos y zarpes de embarcaciones con Curazao, acusando a sus autoridades de sumarse a "provocaciones" para desestabilizar a Venezuela.
La zona de la frontera de Venezuela con Brasil es una región selvática y prácticamente despoblada, donde operan mafias ligadas a la minería y el contrabando.
La etnia pemón vive en una vasta explanada que incluye la Gran Sabana y Canaima, donde se ubica el Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo (1.283 metros).
ONU pide no usar "fuerza letal contra manifestantes"
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, urgió el viernes al gobierno venezolano de Nicolás Maduro a "no usar la fuerza letal contra manifestantes", tras reunirse con el canciller Jorge Arreaza.
Guterres dijo que la ONU "seguirá actuando de acuerdo a los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, trabajando con las instituciones venezolanas para asistir a las personas que lo necesitan".
El jefe de la ONU rechaza toda "politización" de la ayuda humanitaria.
"La ayuda humanitaria debe ser utilizada de manera imparcial (...) y sin objetivo militar", insistió su portavoz este viernes, al deplorar la muerte de dos personas en enfrentamientos con el ejército venezolano en la frontera con Brasil.