Desde su autoexilio en Bélgica, el exmandatario Rafael Correa (2007-2017) sabrá el domingo qué tanto poder le queda en Ecuador. Sus candidatos se medirán en elecciones locales a las fuerzas de su exaliado Lenín Moreno y de una derecha fortalecida dentro y fuera del país.
Con la posesión de Moreno, a quien promovió como su sucesor, Correa abandonó las filas del oficialismo por una pugna de poder entre ambos que fraccionó a la izquierda.
A la cabeza de Revolución Ciudadana, un movimiento que no ha sido reconocido por la autoridad electoral, el correísmo debió aliarse con el partido Fuerza Compromiso Social para luchar por las alcaldías de Quito y Cuenca, la primera y tercera ciudad de Ecuador.
En los comicios de 2014, el correísmo sufrió un duro revés al perder las alcaldías de esas dos ciudades, mientras que nunca pudo vencer en el puerto de Guayaquil (núcleo comercial) al derechista Jaime Nebot, quien desempeña el cargo desde el año 2000 y podría aspirar a la presidencia en 2021.
Apenas dejó el poder en mayo de 2017, Correa se fue a vivir con su familia a Bélgica, de donde es oriunda su esposa. Ese año la fiscalía lo involucró en el fugaz secuestro de un opositor en Colombia, y la justicia ordenó su captura el año pasado. Decidió entonces no regresar a Ecuador para eludir un juicio que vincula con un complot político orquestado por su exvicepresidente Moreno, convertido ahora en su mayor adversario político.
Con su líder fuera, estos comicios "van a ser claves" para el correísmo "porque es la primera vez que va a medir la fortaleza electoral", dijo el politólogo Santiago Basabe, de la Facultad Latinoamericana de Ciencia Sociales (Flacso).
Durante su década en el poder, Correa consolidó un fuerte partido de izquierda - fracturado ahora por su disputa con Moreno -, que acumuló 14 victorias electorales en línea.
Pero esta vez los aliados del exmandatario no parten como favoritos. En Quito, por ejemplo, las encuestas le dan ventaja al exalcalde Paco Moncayo, mientras en Guayaquil la derecha parece tener asegurada su continuidad con Cynthia Viteri (del partido de Nebot) y en Cuenca las mediciones inclinan la balanza a favor del actual alcalde Marcelo Cabrera (derecha).
Sin aparentes opciones en las tres mayores ciudades, Correa le apuesta ahora a recuperar terreno en los municipios. Son 5.675 cargos que están en juego entre alcaldías y prefecturas (gobernaciones) provinciales.
Estas elecciones -a las que están convocados alrededor de 13,3 millones de los 17,2 millones de ecuatorianos- podrían reflejar un "gradual giro hacia la derecha", señala Paolo Moncagatta.
El resultado del domingo marcará igualmente el inicio de la disputa a las presidenciales de 2021, en las en principio Correa no podría competir por cuenta de una consulta popular promovida por Moreno que eliminó la reelección indefinida instaurada bajo el gobierno del líder socialista.