Embajadores de la Unión Europea (UE) se reunieron el viernes con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el sábado con el jefe del Parlamento de mayoría opositora, Juan Guaidó, quien quiere asumir como mandatario interino al considerar ilegítimo el mandato del líder socialista.
El bloque comunitario, que no reconoce el segundo mandato de Maduro iniciado el 10 de enero, dijo este sábado que los encuentros se enmarcan en su objetivo de "contribuir a una solución política y pacífica" de la crisis y "mantener abiertos los canales de comunicación" con todas las partes.
Convocados por Maduro, los diplomáticos acudieron el viernes al palacio presidencial de Miraflores, y este sábado se entrevistaron con Guaidó y otros diputados opositores en la sede del Legislativo, indicó la UE en un comunicado.
Una fuente parlamentaria venezolana dijo a la AFP que la cita con Guaidó fue "de mutuo acuerdo".
Según la UE, en ambas reuniones los embajadores insistieron en reclamar la "celebración de nuevas elecciones libres".
Durante su investidura, Maduro exigió respeto a la UE, después de que ésta lamentara que hubiera emprendido un nuevo mandato de seis años a raíz de "elecciones no democráticas" y amenazara con tomar "medidas adecuadas" en caso de un deterioro de la situación.
Tras la audiencia con los diplomáticos, el gobernante dijo que había procurado "defender la verdad de Venezuela", sosteniendo la legitimidad de su nuevo período y recordando que fueron los partidos opositores los que decidieron boicotear los comicios del 20 de mayo de 2018.
"Apostamos al diálogo permanente por la paz", escribió Maduro en Twitter.
Los embajadores señalaron que en ambas citas ratificaron la propuesta de la UE, actualmente en discusión, de "establecer un Grupo de Contacto Internacional, destinado a crear las condiciones para una solución política, democrática y pacífica" del conflicto.
Estos encuentros se producen en un momento en que Guaidó despliega una estrategia para lograr que los ciudadanos y las Fuerzas Armadas apoyen sus planes de instaurar un gobierno de transición bajo su timón.
Maduro, confrontado a un alto rechazo popular por la grave crisis económica, asegura que esas maniobras forman parte de un golpe de Estado auspiciado por Washington.
Guaidó hizo varios mitines y convocó a una movilización nacional el próximo miércoles, cuando Maduro también prevé sacar a sus partidarios a la calle.