Por José Yesid Angulo Campos
Periodista de El Nuevo Siglo
Ningún ser humano es inservible, lo que pasa es que la sociedad los vuelve inútiles con su indiferencia.
Las hazañas del nadador Moisés Fuentes y del atleta Elkin Serna son un verdadero ejemplo de superación. El primero se movió como pez en el agua para ganar medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de Londres y el segundo corrió como si su visión fuera perfecta y se dosificó metro a metro para rematar de manera maravillosa la Maratón de 42 kilómetros, arrancando, además de aplausos, muchas lágrimas.
Fuentes era un joven normal hasta que los paramilitares lo dejaron en una silla de ruedas, luego de varios disparos que le deterioraron la médula espinal, en un hecho en el que asesinaron a su hermano Rodrigo y él pensó que sería el fin del mundo, que sus sueños no los podría realizar. Eso sucedió cuando el hoy deportista oriundo del Valle de San José (Santander) tenía 17 años.
Sin embargo, después de superar la doble tristeza, comenzó a reaccionar y a convencerse de que podía superar los obstáculos, que si otras personas con discapacidad salían adelante, él también podía hacerlo, y más si tenía el apoyo de su familia, amigos y allegados, quienes le decían: “¡Vamos Moisés, mientras estemos vivimos todo es posible!”.
En el proceso de rehabilitación, la natación se ha convertido en su todo. En las piscinas se convenció que podía y del agua salió un deportista de alto rendimiento… Paralímpico, pues en Pekin 2008 se colgó un bronce en los 100 metros pecho Clase SB4, y en Londres 2012 logró plata, en un hecho memorable.
“La siguiente meta son los Juegos Paralímpicos de Río 2016, donde espero darle a mi país oro”, señaló el ‘delfín’, quien se muestra feliz por la fama, los reconocimientos y por asegurarles a su esposa Anabel Tarazona y a sus hijos un futuro. El bronce y la plata en los Paralímpicos le garantizan pensión y apoyo estatal por siempre al héroe de las piletas, quien a sus 38 años es un ejemplo para las nuevas generaciones.
Y para confirmar que los deportistas con discapacidad están de moda, el antioqueño Elkin Serna, nacido hace 27 años en Guarne (Antioquia), repitió lo hecho hace cuatro años en el estadio olímpico de Pekín, en el que ganó plata.
En la pista del estadio Olímpico de Londres dio zancadas de gloria, dejando atrás su escasa visión, solo ve 10 por ciento, una especie de tela se le atravesó en su pupila, pero sus pasos gigantes no paran. Cuando escucha la orden de “¡a correr se dijo!”, sale a demostrar porqué es uno de los grandes del mundo, atendiendo al pie de la letra las instrucciones que le dan su entrenador Libardo Hoyos y Germán Naranjo, quien se encarga de guiarlo.
“No pienso bajarme del podio. Para ello es necesario entrenar, sin importar el clima… la constancia me ha llevado a donde estoy”, dice Elkin, quien tiene como recompensa a su dedicación y al amor por el atletismo incentivos de Coldeportes y muchas otras cosas más que le permitirán prepararse y vivir dignamente.
Las personas discapacitadas pueden mejorar sus condiciones físicas y su calidad de vida con la práctica del deporte. En esa tarea es vital el apoyo familiar y de quienes rodean a las niñas y a los niños, a los jóvenes y a los adultos con limitaciones físicas, que no pueden caminar, pero que tienen unas cualidades admirables para demostrar que también son capaces de darle imagen al país y no sentirse estorbos para nadie.
“Moisés Fuentes y Elkin Serna son espejos para mirarse y preguntarse: ¿Estaré aprovechando mis condiciones físicas en pleno?”, expresan quienes acogen a los discapacitados como parte de sus familias.
Fuentes y Serna estuvieron immensos en Londres 2012. Eran los llamados a ganar preseas entre los 39 representantes colombianos, y lo hicieron con demasiada clase. Como ellos puede haber muchos más, habrá que descubrirlos y apoyarlos.