La anemia es una enfermedad que se presenta cuando la sangre no cuenta con suficientes glóbulos rojos, definiéndose como una concentración baja de hemoglobina, la molécula que es responsable del transporte de oxígeno por la sangre.
Y si bien la falta de nutrientes, los parásitos y las enfermedades hereditarias pueden causarla, el factor más común suele ser la falta de hierro y es por ello que se debe estar alerta en las etapas de vida en la que la carencia de éste es mayor, como lo son la infancia y la niñez.
En Colombia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Situación Nutricional, uno de cada 4 niños colombianos padece anemia. Esta situación resulta preocupante si se tiene en cuenta que esta enfermedad ha sido asociada con deficiencias en el desarrollo cognitivo y el rendimiento escolar.
Signos de alerta
Aunque los síntomas de la anemia varían de forma individual en cada paciente y de hecho, podrían no presentarse de igual manera, estas son las cinco principales señales de alerta:
1. Falta de energía: podría considerarse uno de los signos más comunes, incluyendo la falta de aliento y fuertes palpitaciones del corazón. Esto se debe a que el corazón de una persona anémica late más rápido al intentar bombear la misma cantidad de oxígeno al resto del cuerpo.
2. Palidez: uno de los síntomas más comunes. Se presenta cuando en los vasos sanguíneos circulan menos glóbulos rojos. Se detecta en el color de la mucosa conjuntival (parte interna de los párpados) y de la raíz de las uñas.
3. Cambios en uñas y labios: ocurre cuando por falta de hierro las uñas se quiebran, la lengua presenta hinchazón, grietas y dolor.
4. Disminución del apetito: un síntoma común e indicador de posibles inicios de la enfermedad
5. Otras manifestaciones: en los casos más graves, la carencia de hierro incluye síntomas de mareo, dificultad para respirar, dolor de cabeza y decaimiento.
Expertos como el gastropediatra John Garcés consideran que la clave para prevenir la anemia está en incluir dentro de la dieta de los niños alimentos ricos en hierro y administrar suplementos nutricionales en los casos que sea necesario complementar la dieta normal.
Estas son algunas recomendaciones para prevenir que su hijo sufra de anemia:
Alimentación complementaria adecuada: En los primeros años de vida se forman miles de millones de células nerviosas. Este proceso se ve favorecido por una buena lactancia y una alimentación complementaria adecuada que suministre hierro y vitamina C, entre otros nutrientes.
Para este período se recomienda preparar al niño papillas con alimentos básicos como el cereal, el maíz, el arroz o incluso algunas legumbres como frijoles, arvejas, lentejas, garbanzos y maníes, alimentos que representan una buena fuente de proteína y hierro. En el caso de la vitamina C, el experto sugiere proporcionarle frutas como la papaya, el mango, la naranja y la guayaba.
Dieta balanceada. Al referirse a este tema, el experto advierte que si bien la población más vulnerable son los niños menores de cinco, los mayores de 6 años también son propensos a padecerla por deficiencia de hierro. Es por ello que los padres deben prestar atención a sus necesidades nutricionales y se recomienda incluir alimentos de alta calidad nutricional, o densos en nutrientes, como hortalizas y verduras, frutas leches y derivados lácteos bajos en grasas, cereales integrales, leguminosas y carnes.
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