Romney vuelve a aparecer como favorito. Tea Party mantiene estratégico silencio
EL establishment republicano redobla esfuerzos para evitar un desgarramiento interno, ante las radicales y encontradas posiciones de quienes, tempranamente, lideran la larga carrera por la nominación partidaria.
El tradicional partido norteamericano aglutina hoy día varias tendencias, que van desde los ultra del llamado Tea Party, pasando por los conservadores tradicionales, los moderados y culminando en los más abiertos a cambios que hasta ahora son impensables en temas clave como el aborto y el matrimonio de parejas del mismo sexo.
Y esa variopinta de tendencias se puede ver en los hoy seis aspirantes a la nominación (Michelle Bachman se retiró tras el caucus de Iowa donde sólo obtuvo el 5% de los votos). Es por eso, precisamente, que la cita del martes en New Hamsphire, la primera primaria de la contienda es un termómetro que permitirá visualizar la tendencia del electorado.
Tras la cita en Iowa, donde el superfavorito ex gobernador de Massachussets Mitt Romney logró imponerse con tan sólo 8 votos al hasta ese momento poco nombrado Rick Santorum, las miradas no sólo de los republicanos sino de los demócratas también se han posado sobre New Hampshire.
Seguramente tras esa primaria comenzará a depurarse el abanico de los precandidatos para hacer una contienda mucho más ágil y propositiva. De igual forma evitará que se resquebraje la unidad republicana, vital para que quien sea investido como el “elegido” tenga el respaldo necesario para dar la pelea al presidente-candidato, Barack Obama.
Encuestas realizadas en New Hampshire muestran nuevamente a Romney como un candidato fuerte con el apoyo de alrededor de 43% de los electores. Sin embargo, el mensaje católico conservador de Santorum puede sorprender, aunque es difícil de vender allí.
Expertos políticos norteamericanos han planteado dudas sobre si Santorum -un ferviente católico, cuya oposición antiaborto y feroz oposición al matrimonio gay tuvieron buena acogida entre los votantes evangélicos de Iowa- tiene los recursos necesarios y la organización en el terreno para competir con la bien engrasada y financiada maquinaria de Romney.
Sin embargo este precandidato ha reiterado que aún todo está por decidirse, que la contienda apenas comienza y que el electorado tiene ahora una amplia gama de programas y propuestas para escoger.
Desde la cita en Iowa, un sector del partido ha buscado a un candidato que contrarreste el avance de Mitt Romney, a quien juzgan demasiado tibio, aunque él insiste que es “moderado”.
La dinámica conservadora creada por Rick Santorum, sin embargo, aún representa una amenaza muy difusa para Romney. Además, no tiene garantizado el apoyo del movimiento ultraconservador del "Tea Party", que pregona una lucha despiadada contra los gastos públicos. En efecto, sus adversarios destacaron que el ex representante y luego senador por Pensilvania, no ha sido un activo defensor de la lucha contra el despilfarro desde el Congreso.
Así, en medio de la creciente expectativa se llega a New Hamsphire. Y aunque son seis los candidatos en liza, se prevé que la contienda se reduzca a dos. Tras ese resultado se sabrá si la lucha por la investidura será finalmente entre Romney, quien parece “inamovible” y Santorum.