La impunidad en los casos de violencia contra la mujer asciende a 98 por ciento, sostuvo el magistrado Néstor Correa, presidente de la Comisión Nacional de Género de la Rama Judicial, quien consideró que "en Colombia es más peligroso ser mujer, que ser militar".
"Hay que atacar la pobreza, intolerancia y el machismo, son las causas que incrementan la violencia contra la mujer", anotó Correa, agregando que "Colombia es un país esquizofrénico, hay un abismo muy grande, las leyes van por un lado y la realidad de la violencia contra la mujer van por otro".
Correa expuso estos argumentos durante una audiencia de la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer realizada con el propósito de evaluar la aplicación de las políticas públicas encaminadas a luchar contra la discriminación y la violencia contra la población femenina del país.
En los diferentes paneles se abordaron temas como la administración de Justicia, los derechos económicos-sociales y culturales, al igual que la visión de los organismos internacionales sobre los derechos de las mujeres y sobre los procesos organizativos de mujeres.
La presidenta de la Comisión, Gloria Inés Ramírez, del Polo Democrático, dijo durante la instalación del evento que "el Gobierno tiene que asumir la atención, prevención y atención a la violencia contra las mujeres. Para esto tiene que saber cuál es el impacto de la violencia contra la vida de las mujeres, en la salud física y mental, así mismo en la lucha contra la pobreza, la educación y el derecho a la justicia".
La congresista sostuvo que la Justicia no se ha sensibilizado en los casos de violencia sexual contra las mujeres, ya que las denuncias no tienen inmediata respuesta. Afirmó que Colombia es el cuarto país de mortalidad materna en América Latina, además que se mantienen tasas del 68,8 por ciento de muerte materna por cada cien mil niños nacidos vivos.