Cientos de personas macharon este sábado por la población de Santa Rosa de Osos (al noroeste de Colombia) en rechazo de la masacre de diez campesinos perpetrada el pasado miércoles en una finca de esta localidad aparentemente por una banda criminal de ex paramilitares.
"Esperamos que no se vuelva a presentar, ojalá Dios lo quiera, y que haya justicia para quienes hicieron esto", dijo Ofelia Jaramillo, vestida de blanco, al igual que los demás participantes en la marcha.
Asimismo, los pobladores, de diferentes edades, portaron globos de colores, banderas de Colombia y pancartas con mensajes en rechazo de los grupos armados ilegales como "La vida es sagrada, no más violencia", "Ni una muerte más" y "Violentos ¡fuera de Santa Rosa de Osos!", entre otros.
"Es una herida muy profunda la que tenemos en nuestro país. Aquí nos convocó nuevamente la barbarie, el dolor y la vergüenza. Tenemos que levantar la cara y a este pueblo", lamentó el gobernador del departamento (provincia) de Antioquia, Sergio Fajardo.
La masiva jornada de protesta concluyó con un acto simbólico en el que los cientos de personas de diferentes edades se abrazaron simultáneamente en solidaridad con los familiares de los asesinados, al tiempo que exigieron a las autoridades "mayor protección" y "defensa de los violentos".
El pasado miércoles, un grupo de hombres, al parecer pertenecientes a una banda criminal del narcotráfico, lanzó una granada contra campesinos que terminaban sus labores en una finca productora de tomate de árbol (fruta) y después los remataron con ráfagas de fusil.
Los funerales de los diez campesinos masacrados se cumplieron el viernes en diferentes localidades de Antioquia, mientras que más 200 personas se desplazaron de zonas rurales hacia Santa Rosa de Osos ante el temor de nuevos ataques por parte de un grupo criminal de ex paramilitares.
Según autoridades civiles de Antioquia, la masacre obedecería a que el dueño de la finca se habría negado a pagar una extorsión a la banda criminal.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, atribuyó la masacre al grupo narcotraficante Los Rastrojos, de antiguos paramilitares, al que aseguró que perseguirá hasta su captura.
Las bandas criminales son grupos al servicio del narcotráfico, integrados en su mayoría por miembros de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares de extrema derecha) que no se desarmaron durante un proceso entre 2003 y 2006 durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010).