"Es un Gobierno muy progresista y sin temor a que me califiquen de hacer política, es un Gobierno que ha sido muy liberal: muy liberal en las propuestas, muy liberal en las actitudes y muy republicano en el manejo del Estado”, le manifestó a EL NUEVO SIGLO el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, al hacer un balance general del gobierno de Juan Manuel Santos.
Para Pardo “hay avances y retos por cumplir”. En cuanto a lo primero, “la reducción de la pobreza ha sido notable”, así como “la reducción de la desigualdad de medianos ingresos y la reducción del desempleo”.
En cuanto a agitación social, Pardo consideró que si bien hay varios de esos problemas que son del resorte del Gobierno nacional, otros no. “Creo que también es un tema general que requiere una revisión de la descentralización. Problemas que son de un municipio, no tienen por qué salir a Bogotá y ser temas nacionales”.
La otra cara de la moneda: en varios frentes, para la oposición, el Gobierno de Santos “está mostrando que pasar del papel a la práctica implica mucho más que buenos deseos”, declaró a este Diario la presidenta del Polo Democrático, Clara López.
La jefa de la oposición ilustró su punto con la ley de víctimas, la que considera buena, pero inaplicable porque “tiene que enfrentarse a esos poderes que no permiten que en Colombia haya restitución de tierras”.
“Es un Gobierno que se ha desempeñado en algunos campos, con algún grado de institucionalización y avance, como la recuperación de las buenas relaciones con Venezuela y Ecuador”, reconoció López; “pero en los asuntos internos tenemos que decir que el país de las maravillas que pinta el señor presidente de la República se ha quedado en el papel”.
En cuanto a la paz, López reiteró el apoyo del Polo al diálogo, precisando que quienes pueden construirla tras la firma de los acuerdos son “quienes precisamente hemos militado en la orilla alternativa, reclamando políticas de justicia social, políticas de empleo, políticas de derechos”.