Para que se cumplan los diseños y no se registren actos de corrupción en la obra del deprimido de la calle 94 con NQS, la Veeduría Distrital, la Asociación de Residentes del barrio el Chicó, (Asorchicó) y una delegación del Instituto de Desarrollo Urbano organizaron un frente de control social ciudadano para hacerle seguimiento preventivo a la realización de la construcción.
La obra había sido adjudicada en la pasada administración, e incluso se entregó un anticipo pero nunca se hizo ningún adelanto para la realización del paso deprimido que descongestiona un amplio sector del norte de la capital.
Para que no vuelva a suceder lo mismo, la alianza público-privada y la Veedora Distrital Adriana Córdoba convocaron a través de las redes sociales a los ciudadanos que estén interesados en este tema a participar de un acto simbólico, hoy a las 7 y 30 a.m. en la esquina de la carrera NQS, con calle 94, punto donde se realizarán los trabajos.
Esta obra, que tiene como principal objetivo descongestionar el flujo de la carrera 30, en el cruce con la calle 94, tiene un presupuesto de 85 mil 266 millones de pesos y ha tenido un largo proceso desde su concepción.
Los primeros estudios de esta obra se realizaron hace diez años y estaban dirigidos a establecer si debía ser un puente o un deprimido lo que diera solución a los problemas de movilidad de este sector.
En el año 2009, casi llega a concretarse la obra, al ser adjudicada al consorcio Conexión del cual hacía parte Arkgo Ltda., del controvertido contratista Julio Gómez, quien entregó los diseños pedidos más una propuesta alternativa, cualquiera de las dos con un sobrecosto de 40 mil millones de pesos, sobre el presupuesto inicial que era de 43 mil 131 millones.
Sin embargo el consorcio nunca entregó el presupuesto definitivo de obra, ni el diseño de un desvío que se debía hacer en la red matriz del acueducto. Debido a esto, y en parte, debido a todos los escándalos de corrupción, el gobierno distrital de la pasada administración, declaró la caducidad de dicho contrato.
Este año el alcalde Gustavo Petro decidió retomar el tema y la obra del deprimido fue adjudicada al consorcio AIA-Concay 2012, con interventoría de Gómez Cajiao-Joyco.
Con este movimiento ciudadano de acción preventiva Asorchicó, con asesoría y acompañamiento de la Veeduría Distrital, pretende:
· Vigilar que la obra se ejecute de manera eficaz y eficiente.
· Verificar que cumpla con los cronogramas establecidos.
· Controlar que se generen sobrecostos por ineficiencia.
· Y, velar para que se mantengan en todo momento los estándares de calidad de la obra.
Igualmente se ejercerá vigilancia sobre el manejo que los contratistas darán a temas transversales que se derivan de la obra y que podrían afectar a la comunidad, como lo de la desviación definitiva que se debe hacer a un tubo de la red matriz del Acueducto.
La Veeduría Distritalquiere con este acto, promover la toma de conciencia ciudadana sobre el valor de su mirada frente a lo público.