Un año después de haber heredado de su padre Jean-Marie el liderazgo del Frente Nacional, Marine Le Pen reforzó la influencia de las ideas de extrema derecha.
Esto podría causar sorpresa en las elecciones presidenciales dentro de tres meses.
Según varias encuestas, un tercio de los franceses se adhieren ahora a las ideas del Frente Nacional y más de un cuarto desea que llegue a la segunda vuelta de las presidenciales.
Tras la enorme sorpresa de 2002, cuando su padre logró eliminar en la primera vuelta al candidato socialista Lionel Jospin para enfrentarse en la segunda ronda a Jacques Chirac, que lo derrotó con 82% de los votos, varios analistas hablan ya de un "efecto" Marine Le Pen en la campaña.
La candidata logró deshacerse parcialmente de la imagen extremista del partido en la época de su padre y una creciente parte de la población francesa ya no duda en calificarla de "patriota que defiende los valores tradicionales", según el instituto de sondeos TNS Sofres.
Adversaria declarada del actual presidente conservador Nicolas Sarkozy y de su rival socialista François Hollande, Marine Le Pen figura en tercera posición en las encuestas con un apoyo de va de 17 a 20% de intenciones de voto.
Pero la crisis económica, que elevó a 10% el desempleo en los últimos años y los problemas del euro, moneda que el Frente Nacional siempre rechazó, podrían favorecer a una candidata cuyo discurso empieza a calar hondo en la población francesa.
"La denominación 'Frente Nacional' se está normalizando. Antes, había un efecto de repugnancia. Ahora este fenómeno se está reduciendo", dijo Edouard Lecerf, director general de TNS Sofres, citado por el diario Le Monde, que publicó una encuesta este jueves.
Las ideas del Frente Nacional tienen una base sólida en el mundo obrero y en las zonas rurales, pero ahora están ganando terreno entre los jóvenes, según la encuesta del diario francés.
La cuestión del islam, cuyo lugar en la sociedad francesa fue objeto de un debate lanzado por el gobierno conservador de Sarkozy, sigue teniendo una amplia repercusión entre los electores de la extrema derecha.
Como un 51% de los franceses considera que "se conceden demasiado derechos al islam y a los musulmanes en Francia", Marine Le Pen se beneficia de su retórica contra la inmigración.
"Los cristianos tienden cada día más a votar por el Frente Nacional", dijo este jueves el diputado Etienne Pinte (derecha).
"Desde que Jean-Marie Le Pen ya no lidera el Frente Nacional, mejoró la imagen del partido. Marine Le Pen representa a una mujer 'moderna' y, como ahora también centra su discurso en temas económicos y sociales, quiere demostrar que ya es se puede tratar con ella", admitió el político francés.
En las elecciones de 2007, Sarkozy ganó con un discurso que había logrado atraer a parte del electorado del Frente Nacional. El próximo 22 de abril, el desafío para Marine Le Pen será recuperar esos votantes y tratar de eliminar al propio presidente o a Hollande.
En cambio, una victoria en la segunda vuelta parece imposible. El 66% de los franceses no la quieren como presidenta.
AFP