La erupción más fuerte de la última década, con fumarolas que se observan desde la capital a una distancia de 75 km y que obligó a evacuar a 1.500 familias de varias poblaciones aledañas registró ayer el Volcán de Fuego en Guatemala.
"Este tipo de erupción está arriba de lo normal y no se había observado en los últimos años, por eso ya se decretó la alerta anaranjada (peligro) institucional" en la zona del volcán, comentó el experto del Instituto de Vulcanología, Gustavo Chigná.
El funcionario comentó que, debido a la fuerte explosión, la ceniza cae en varios poblados cercanos al coloso de 3.763 metros de altura y los retumbos se escuchan desde varios kilómetros a la redonda.
Debido a la actividad eruptiva, unas 1.500 familias de varias comunidades serán evacuadas y trasladadas a albergues temporales para evitar alguna tragedia, dijo el secretario de la estatal Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), Alejandro Maldonado.
La Conred informó en un comunicado que las explosiones moderadas y fuertes alcanzan hasta 2.000 metros sobre el cráter, formando gruesas columnas de ceniza que se dispersan al oeste y noroeste a una distancia aproximada de 12 kilómetros.
Por el momento, se reporta caída de ceniza en aldeas y caseríos cercanos al volcán como Sangre de Cristo, Palo Verde y la población de San Pedro Yepocapa y Pochuta en el departamento de Chimaltenango, al oeste de la capital.
La Conred recomendó a la Dirección General de Aeronáutica Civil tomar las precauciones con el tráfico aéreo ya que la dispersión de cenizas puede cambiar de dirección según sople el viento.
El pasado 3 de septiembre, las autoridades de emergencia decretaron la alerta amarilla (preventiva) en la zona, luego de que el volcán registró la tercera erupción más fuerte del año./AFP