Las elecciones legislativas en Israel "abren las puertas" hacia una reactivación del proceso de paz con los palestinos, paralizado desde hace más de dos años, dijo la saliente secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
"Estas elecciones abren las puertas más que cerrarlas" para retomar el diálogo directo entre Israel y los palestinos, dijo Clinton durante una conferencia en Washington a pocos días de dejar su cargo.
Señaló que el resultado de las legislativas del 22 de enero en Israel había demostrado que "un porcentaje significativo del electorado israelí ha expresado la necesidad de que tomar un camino diferente, tanto en el plano interno como en relación con el proceso de paz en Medio Oriente".
"Sé que el presidente (Barack) Obama y mi sucesor, el pronto secretario de Estado John Kerry, proseguirá con esta visión y buscará todas las aperturas posibles", dijo Clinton.
"Tenemos que encontrar la manera de ofrecerle a los palestinos un camino hacia la paz, la prosperidad y el Estado que se merecen y darle a los israelíes la seguridad y la estabilidad que buscan. Creo que siempre es posible", dijo Clinton, entrevistada por videoconferencia por estudiantes de medios de comunicación extranjeros.
El lunes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, hizo un llamado a "trabajar por la paz y la seguridad" en Medio Oriente, durante una reunión en Jerusalén con Tony Blair, enviado especial del Cuarteto (que integran la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia), indicó la oficina de Netanyahu.
"Medio Oriente no se detiene durante las elecciones, todo continúa. Debemos trabajar por la paz y la seguridad y no hay nadie mejor para lograrlo que usted", dijo a Blair Netanyahu, quien está a punto de ser prorrogado en la jefatura del gobierno israelí después de las elecciones del 22 de enero.
El Cuarteto ha tratado en vano de reactivar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, estancadas desde septiembre de 2010.
Para reanudar las conversaciones, el presidente palestino Mahmud Abas pidió el cese de la colonización judía y el reconocimiento de las fronteras previas a la guerra de 1967 como base para las discusiones.
Netanyahu rechaza estos pedidos y dice querer negociaciones "sin condiciones previas", en última instancia exigiendo el reconocimiento de Israel como un "Estado judío" y el mantenimiento de su control sobre una parte del territorio de un futuro Estado palestino.