Los checos están votando entre ayer y hoy en unas elecciones legislativas en las que corre favorito el partido populista del empresario multimillonario Andrej Babis, opuesto a abrir las puertas a la inmigración y la injerencia europea.
Sin embargo, la victoria de este "Trump Checo" --como lo apodan algunos medios-- podría ser menos decisiva de lo previsto y podría incluso conducir a un período de "caos", advierte el analista independiente Jiri Pehe.
Unos 8 millones de electores eligen a los 200 diputados en unos comicios que podrían catapultar al Parlamento el partido SPD, opuesto a la Unión Europea y a la inmigración, como ya ha sucedido en otros países europeos.
Fundador del gigante agroalimentario, químico y mediático Agrofert, Babis, de 63 años, podría obtener al frente de su movimiento populista ANO entre 25 y 30% de los votos, según las encuestas.
Crítico de la zona euro y las directivas de Bruselas por considerarlas una limitación de la soberanía nacional, Babis no es ni hostil a la UE como tal ni partidario de un "Chexit".
"Los Estados deben ser dirigidos por los presidentes y primeros ministros y no por (el presidente de la Comisión europea Jean-Claude) Juncker. No quiero que haya más integración" que la actual, dijo Babis el jueves en el último debate en directo en la televisión privada TV Nova frente a canciller Lubomir Zaoralek, al frente del partido social-demócrata CSSD, proeuropeo.
"No queremos cupos, no queremos migrantes aquí, queremos frenar la inmigración y queremos tener por fin un primer ministro que le diga a (la canciller alemana Angela) Merkel y (al presidente francés Emmanuel) Macron que la solución se encuentra fuera de Europa, agregó el jefe de ANO.
Zaoralek está lejos de opinar lo contrario. "No habrá cupos (de inmigrantes), puedo asegurarlo y prometerlo", afirmó. Y "nadie puede obligarnos a ingresar a la zona euro". Miembro de la UE desde 2004, La República Checa conservó su moneda nacional, la corona.
"Nuestra postura (acerca de la adopción del euro) es negativa. La zona euro fue un proyecto económico que se convirtió en proyecto político", afirmó por su parte Babis, antes de declararse hostil a la idea de "pagar las deudas griegas".
Andrej Babis tiene problemas con la Justicia tras un procesamiento por fraude con fondos europeos, así como acusaciones de colaboración con la policía secreta comunista StB antes de 1989.
"Si pretende ser primer ministro y al mismo tiempo estar procesado, nadie de la UE le va a responder el teléfono", advirtió Zaoralek.
"Su partido (CSSD) tiene una larga tradición de corrupción", replicó Babis.
Las oficinas de votación estuvieron abiertas el viernes de 12H00 a 20H00 GMT y el sábado abrirán sus puertas de 06H00 a 12H00 GMT. En ausencia de encuestas a boca de urna, los resultados se conocerán el sábado de noche.
El gobierno resultante de las elecciones reemplazará al gabinete de centro-izquierda del socialdemócrata Bohuslav Sobotka, en el que Andrej Babis fue ministro de Finanzas entre enero de 2014 y mayo de 2017.