El nuevo pulso (I). Después del documento firmado entre el Gobierno y las Farc, del 26 de agosto de 2012, en el que se estableció la hoja de ruta de las conversaciones y, agotadas la fase exploratoria y la primera parte de la agenda temática, sin que todavía se llegue a un acuerdo en el tema de tierras, las partes han entrado a un nuevo pulso:
La definición del mecanismo para legitimar los acuerdos de La Habana. Por un lado, las Farc, coincidiendo sin proponérselo con la propuesta de constituyente de Álvaro Uribe Vélez a comienzos del 2012, sugieren la realización de una asamblea nacional de este tipo, que fue también puesta sobre la mesa por el exembajador Diego Tobón Echeverri a sus amigos del Puro Centro Democrático, como la gran alianza de los extremos.
Nuevo pulso II. De otro lado, el Gobierno, en cabeza del propio presidente Santos responde ipso facto, es decir sin dejar parpadear al uribismo, y temiendo la creación de un "nuevo frente" de Puro Centro e izquierda, conformado por Uribe y las Farc, sale al paso y contrapropone un referendo.
Constituyente Vs. referendo. Mientras que la constituyente es una reunión nacional de personas del pueblo, que sesionan con el fin de determinar las nuevas reglas del Estado en representación del poder constituyente con autoridad soberana, que opera por encima del poder constitucional y cuyos únicos límites son los que fijan el interés nacional, la civilización y los derechos del hombre, el referendo es la convocatoria que se hace al pueblo para que se apruebe o rechace un proyecto de reforma jurídica o se derogue, o no, una norma vigente o, como dirían los mal pensados, “que la constituyente está en La Habana y el referendo en Colombia”.
La constituyente considera el tiempo de duración, la composición de sus miembros y el temario de su competencia, mientras que en el referendo el pueblo sólo se circunscribe a decir si está de acuerdo o no con la paz.
Pregunta. Queda un interrogante: ¿Quiere el gobierno un proceso de paz electoral o un proceso de paz para ponerle fin al conflicto que se traduzca en reformas a la justicia, sistema electoral, sistema político, el agro… como lo vienen exigiendo las Farc? ¿Cuál es el papel de Humberto de la calle y del ministro del Interior, padres de la Carta del 91, el uno desde Cuba como coordinador y partícipe directo de la Constitución, y el otro desde Bogotá, padre de la séptima papeleta, ambos del kínder gavirista?
Los acuerdos de Ruitoque. En Ruitoque, Santander, se reunieron los máximos jerarcas del Partido Liberal del departamento y se acordó tener en cuenta el nombre de Horacio Serpa para ser cabeza de lista de la colectividad para el Senado en 2014.
Segundo. Se propuso el nombre de Édgar Gómez Román para la presidencia del Senado, a nombre de las toldas rojas, en julio próximo. También se propuso la nominación de Horacio José Serpa –hoy concejal de Bogotá- como candidato a la gobernación de Santander. La reunión se llevó a cabo en la casa de Mario Camacho Prada, ex embajador de Colombia en Nicaragua y ex gobernador de Santander. Comienza a moverse el cotarro político en la opinión colombiana.