ESPACIOS reales de su natal Medellín que develan una reflexión histórica del hombre con su entorno y su encuadre en el mismo dentro de su cotidianidad es “El espacio como pintura: paisaje” la exposición del joven artista Jansel Figueroa que acaba de inaugurarse en Aurora, una vitrina del arte y el diseño.
Se trata de una única obra integrada por distintas piezas a manera de rompecabezas, 15 pinturas al óleo sobre madera, algunas de las cuales están integradas además por un conjunto específico de piezas.
"El Trabajo de Jansel Figueroa conmueve no solamente por su técnica sino por la manera innovadora de presentar su obra. La exaltación de la naturaleza y su relación con el ser humano, es un tema que debe preocuparnos a todos. Uno de los objetivos de Aurora es justamente dar visibilidad a los nuevos talentos pues nos interesa mostrar propuestas distintas y variadas en contenidos y conceptos, con la seguridad que serán grandes valores artísticos en un futuro próximo", manifesta Andrea Walker, directora de Aurora.
Los paisajes que pinta Figueroa son espacios reales que hay en Medellín y algunos otros lugares, la mayoría de las imágenes son hechas a partir de registros fotográficos, y otras son pintadas In Situ desde su taller. Pero cada imagen es objeto de manipulación al ser pintada, es decir que cuando las hace no pretende crear una imagen idéntica y veraz de ese lugar; por el contrario la imagen resultante es una abstracción de ese espacio desde la toma fotográfica que define un encuadre específico, pasando por la pintura. Entonces no pinta cada rincón de la ciudad que encuentra, Jansel busca imágenes que ejemplifiquen esa relación sujeto-espacio”
Por su parte el historiador, curador y crítico de arte, Eduardo Serrano, al referirse a esta obra señala que el de Figueroa es un “paisaje protesta” y resalta que "las áreas geográficas que representa no tienen nada que ver con las pinturas de panoramas y parajes tradicionales puesto que en lugar de subrayar la exuberancia de la naturaleza o la emoción del artista ante su espectacularidad, su propósito consiste en visibilizar la relación hombre-naturaleza, y en patentizar cómo esa relación se ha desarrollado invariablemente en detrimento de esta última”.
Así habló el artista sobre su “Paisaje”:
Son ya años de trabajo artístico. ¿Cambia la obra y el camino del artista una vez profundiza sus estudios de artes plásticas?
JANSEL FIGUEROA. Es natural que el trabajo cambie durante toda la carrera y que las expectativas que uno se forma también lo hagan. Uno comienza los estudios con muchas dudas sobre su propio trabajo y lo que espera tanto del medio artístico como de la Universidad, lo paradójico es que una vez terminada la carrera esas dudas permanecen, supongo que es lo normal o de lo contrario todo el trabajo que uno hace durante todo ese tiempo sería absolutamente el mismo. En mi caso siempre me ha interesado la interacción que hay entre el sujeto y el espacio geográfico y la forma en que he abordado este tema es muy distinta en comparación de las primeras pinturas y dibujos, pero evidentemente conservo elementos importantes de esos primeros trabajos.
¿Se considera más dibujante que pintor o más pintor que dibujante?
JF. Actualmente mi trabajo se centra más en la pintura, pero no quiere decir que no haya dibujo en él, es decir, para poder pintar se necesitan conceptos básicos de dibujo como la forma y el gesto. Me interesa de la pintura el color y la materia que se agrega en las sucesivas capas, pero cuando pinto no utilizo el lápiz para bocetar en el soporte de madera, simplemente utilizo la mancha del pincel para determinar las zonas y las formas y eso lo da el solamente el dibujo.
¿Son sus obras Lugares No lugares?
JF. Los No Lugares son un concepto desarrollado por el antropólogo Francés Marc Augé para nombrar los lugares de tránsito que padecen los problemas sociales de la contemporaneidad, son lugares que no reciben una apropiación o una ocupación adecuada por parte de los ciudadanos. Algo muy semejante a lo comentado por Richard Sennett en su libro Carne y piedra sobre la nomenclatura y la concepción de las calles o vías en el siglo XVII como arterías que debían impulsar la sociedad en un desplazamiento constante para incentivar el desarrollo económico de la ciudad. Yo pienso mis pinturas como lugares propensos a un cambio latente, son espacios que están siendo modificados con propósitos fundamentalmente residenciales, que están en obra y reordenamiento constantemente. Son una Ciudad en construcción.
¿Son secuenciales todas las piezas que exhibe en esta exposición?
JF. Las piezas ofrecen diferentes puntos de vista de la ciudad y en algunos puntos esa secuencia se interrumpe, también hay imágenes de lugares más alejados como el Cerro Tusa o el Páramo de Belmira que visité haciendo senderismo; pero en lo posible pienso mi trabajo y eso incluye las piezas que se exponen en Aurora como una sola obra que se divide en fragmentos que pueden agruparse de diferentes maneras, pues hay que tener en cuenta lo abrumador que puede ser pretender pintar los innumerables puntos de vista que ofrece el paisaje.
¿Por qué el título es "El Espacio como pintura: paisaje"
JF. El nombre hace referencia a esa interpretación del espacio geográfico y en concreto de la Ciudad a través de la pintura. Mathieu Kessler en su libro El paisaje y su sombra habla del espacio geográfico como un todo omnipresente que sucede simultáneamente, lo lejano y lo cercano; el árbol, el valle y el horizonte ocurren al mismo tiempo, ninguno condiciona la mirada; es cuando el sujeto se enfrenta al espacio que surge la idea de paisaje con encuadres y puntos de vista, y por ende la pintura. La pintura de paisaje no es más que un intento desesperado por capturar el espacio en un plano finito, es intentar abarcar lo inabarcable.
¿Por qué usar la madera como material protagonista en la elaboración de su trabajo artístico?
La madera es lo que encarna el proceso de industrialización y modernización del paisaje en mi trabajo, es un material que ha sido procesado y potencialmente puede ser usado tanto con fines decorativos como de construcción. Es una forma de paisaje modificado que redunda en la idea de pintar naturaleza sobre naturaleza,.
Prestigiosos curadores califican su obra de melancólica y alarmante. ¿Es un llamado de atención del artista al espectador?
No pretendo que sea un llamado de atención, creo que es un comentario de cómo pienso que se construye la ciudad y se comportan esos elementos que la componen. La ciudad contemporánea no dista mucho de cómo lo era antes y su principal diferencia es la magnitud del espacio que ocupa y su impacto en el medio ambiente. Yo comprendo que mi obra no va a cambiar la realidad.