El valor del dólar ha continuado con su tendencia de altibajos en los últimos días pero el objetivo es mantenerse en los $3.400. Ayer, la divisa comenzó la jornada rozando este valor, pero a medida que se aceleró el mercado interbancario, fue cayendo paulatinamente hasta los $3.367 con un incremento de $47 frente a la tasa representativa del mercado del viernes cuando cerró en $3.320.
El repunte de la divisa estadounidense en el mercado colombiano se produce en momentos en que la cotización del crudo en las plazas internacionales registraba leves caídas.
Precisamente, los analistas consideran que el alto precio del dólar es lo que ha impedido que la inflación ceda. El consultor de la firma comisionista Gesvalores, Gerardo Rojas, dijo que “el ejemplo de este hecho es lo que sucedió con la inflación de enero, donde se notó con claridad que el impacto de la devaluación fue lo que hizo que el precio de los alimentos, sobre todo de los importados, incrementara el costo de vida”.
Por su parte, los analistas del Bancolombia consideran que “esperamos que la debilidad del peso persista a lo largo del año, por cuenta de los bajos términos de intercambio y del desbalance externo. El ajuste de la economía colombiana a los cambios en el entorno internacional ha traído consigo una marcada depreciación del peso frente al dólar. La caída en los términos de intercambio del país causada por el fuerte descenso en los precios internacionales del petróleo (casi 70% desde mediados de 2014) se ha manifestado en una depreciación nominal cercana al 80%”.
El riesgo
Señalan los expertos que esta tendencia se ha acentuado por el incremento en la aversión al riesgo en los mercados financieros y la ampliación del déficit en cuenta corriente del país a casi 7% del PIB. Así mismo, el alza en las tasas de interés de referencia en EU ha generado un proceso de fortalecimiento global del dólar, el cual ha añadido presión a la cotización de la moneda local. Además, es importante reconocer que el ajuste del dólar se ha dado en medio de un incremento sustancial de la volatilidad tanto realizada como implícita, lo que refleja el alto grado de incertidumbre al que están sometidos los participantes del mercado cambiario.
Señalan los investigadores de la entidad financiera, que “consideramos que la moneda colombiana se encuentra en medio de un ajuste estructural a una nueva realidad externa más retadora. En ese orden de ideas, lo que ocurrirá en los años venideros es que los términos de intercambio y los flujos de capitales externos volverán a los niveles observados antes del auge de las materias primas que tuvo lugar entre 2004 y 2012. En consecuencia, creemos que la tendencia de mediano plazo para el peso colombiano es de debilidad. Este comportamiento puede apreciarse con mayor claridad en el índice de tasa de cambio real, el cual muestra una tendencia de incremento sostenido desde 2012, la cual esperamos que persista en nuestro horizonte de proyecciones”. Ante esta situación, los expertos señalan que “revisamos nuestro escenario central de tasa de cambio, de un nivel de cierre de 2016 de $3.130 a $3.410, y de un promedio anual de $3.056 a $3.340. Este ajuste está relacionado con unos menores precios internacionales del petróleo (y por ende una caída adicional en los términos de intercambio). Asimismo, consideramos que las presiones al alza podrían intensificarse en el cuarto trimestre del 2016, en la medida en que la Reserva Federal retome en ese momento los incrementos en la tasa de los fondos federales”.
Volatilidad
De otro lado, la volatilidad en el mercado cambiario y la implícita en el mercado de opciones se mantiene en niveles elevados, lo cual es relevante para los agentes dados los mayores costos que se generan (principalmente ante las nuevas coberturas).
“La cotización del dólar cerró en $3.334 el viernes pasado y se negoció durante la semana en un rango entre $3.290 y $3.407. En las últimas jornadas se registraron correcciones importantes, influenciadas principalmente por avances en los precios del petróleo y para esta semana prevemos un rango de negociación entre $3.200 y $3.350”, sostienen los analistas del Bancolombia.
Ante esta situación de la tasa de cambio, los mercados empiezan a revisar el pronóstico en el alza reciente en la prima de riesgo soberana del país, lo que evidencia una menor disposición de los agentes internacionales por asumir exposición en activos colombianos.
Este nuevo escenario central prevé que la depreciación nominal promedio anual pase de 37,1% en 2015 a 21,8% en 2016. “Vale la pena aclarar que nuestras proyecciones incorporan el hecho de que durante 2016 el Gobierno Nacional será un oferente relevante de dólares en el mercado cambiario”, aseguran los analistas.
Desde diciembre anterior la Dirección del Tesoro Nacional (DTN) ha venido monetizando recursos en moneda extranjera, y es previsible que estas operaciones sigan efectuándose. El total de dólares que podría monetizar el Gobierno este año sería cercano a los US$8.500 millones. Esta cifra resultaría de la disponibilidad inicial de dólares de la DTN, los recursos de la venta de Isagen y los desembolsos programados de deuda externa.
De allí que es importante reconocer el entorno de alta volatilidad que seguirá marcando al mercado cambiario. El comportamiento del peso frente al dólar desde 2014 ha puesto de manifiesto que los mercados financieros reaccionan con altas fluctuaciones de precios a las transiciones en los fundamentales económicos.
“A esto se suma que en el ámbito global se advierte un cambio estructural en el régimen de volatilidad en los mercados financieros, como resultado de factores tan diversos como el límite de efectividad de las medidas monetarias expansivas, la reducción de la liquidez en los mercados secundarios o el incremento en la correlación entre activos en momentos de estrés. Es por ello que estimamos que la tasa de cambio podría situarse a finales del año en un rango entre $3.050 y $3.700, en función de cómo se resuelvan los riesgos globales e internos”, señalan los investigadores.