Y llegó la recesión en EU… | El Nuevo Siglo
Jueves, 28 de Julio de 2022

* Malformaciones de la economía

* El impacto sobre Colombia

 

Los servicios estadísticos de Estados Unidos han informado que el crecimiento económico del segundo trimestre del año en curso fue negativo (-0,9%), lo que unido al también en rojo desempeño del aparato productivo norteamericano durante el primer trimestre del 2022 (-1,6%), completa la fórmula convencional para determinar cuándo una economía está en recesión: dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB.

Aunque la Casa Blanca y la Federal Reserve Bank (FED) se han apresurado a negar que los Estados Unidos estén en recesión, aduciendo que el convencionalismo de los dos trimestres negativos no es más que una, entre muchas maneras, de juzgar la salud económica. De hecho, existen otros parámetros que en este caso resultan alentadores como el empleo, que está marchando bien en la Unión Americana. Igual hay un importante flujo de inversiones de multinacionales y los rendimientos de un importante número de empresas son positivos.

No es menos cierto, sin embargo, que desde el punto de vista de la percepción ciudadana es anómalo que los Estados Unidos hayan entrado oficialmente en recesión, según la métrica tradicional de los dos trimestres negativos. Sin embargo, independientemente de si el país del norte se encuentra o no en esta instancia, es evidente que el anuncio del segundo trimestre revela un profundo descaecimiento de su economía, por más que la Casa Blanca se empeñe en desconocerlo.

El síntoma más grave de estos trastornos económicos es, por supuesto, la inflación que ya supera en términos anuales el 9%. La más alta en cuarenta años. No solo la indignación de la ciudadanía es evidente con esta evolución del índice de precios, sino que, como van las cosas, este fenómeno puede comprometer la suerte política del presidente Joe Biden y del partido Demócrata en las próximas elecciones de noviembre.

Precisamente la Reserva Federal también acaba de decretar una nueva alza del 0,75% en sus tasas de interés de referencia, que viene a agregarse a los otros movimientos alcistas que ha decretado el Banco Central de los Estados Unidos durante este semestre en la lucha contra la llamarada del índice de precios que, sin duda, es el problema mayor que enfrenta la economía norteamericana.

Esa misma escalada viene aconteciendo en todo el planeta. China acaba de registrar el índice más alto en los últimos dos años. En Europa, por ejemplo, hoy se soporta una de las tasas más altas del bloque comunitario en lo corrido del siglo. Y también pasa en Colombia, donde el índice de precios anualizado podría superar el 10% este mes, colocándose así, por primera vez desde mayo de 2000, por encima de los dos dígitos.

Los tiempos que corren son y continuarán siendo una época de alta inflación y de elevadas tasas de interés. La guerra de Ucrania, las distorsiones en los precios de los productos básicos, la llamarada de los precios de los combustibles, y la inmensa preocupación que embarga a los bancos centrales -finalmente los responsables últimos de controlar la inflación en cada país- pronostican meses agitados en estos dos frentes (costo de vida y altas tasas de interés); fenómenos de los cuales Colombia no está ausente.

El alza de las tasas de interés en Estados Unidos continuará seguramente. La tasa de referencia de la FED continúa siendo negativa con relación al índice de inflación que allí se registra. De manera que no sería sorprendente que en los meses venideros dicha dependencia continúe subiendo este instrumento en su afán por enfriar la economía y quebrarle el espinazo al monstruo inflacionario que está exhibiendo sus garras con toda crudeza.

Esta evolución en las tasas de interés tendrá serias repercusiones para la economía colombiana: encarecerá aún más el endeudamiento externo, tanto público como privado; atizará las fuerzas devaluacionistas del peso, y hará más onerosos los flujos de capital de los países desarrollados hacia nuestro país. De hecho, hoy se espera que la junta directiva del Banco de la República continúe subiendo sus tasas de interés, que ya están en un 7,5%. Algunos analistas de mercado no descartan que puedan ponerse por encima del 8% o llegar incluso a bordear el 9%.  

De manera que, así sea controvertible que los Estados Unidos hayan entrado en recesión por el hecho de que por segundo trimestre consecutivo se hubieran registrado guarismos negativos, no es menos cierto que este fenómeno revela las profundas malformaciones que viene exhibiendo el país del norte. Y de las cuales Colombia no está al abrigo.