Vigencia de Álvaro Gómez Hurtado | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Noviembre de 2021

* Magnicidio ni impunidad marchitaron su ideario

* Renacer del Movimiento de Salvación Nacional

 

Cuan equivocados estaban los intereses asesinos que 26 años atrás creían que con la eliminación física del doctor Álvaro Gómez Hurtado su doctrina política y la fuerza de sus ideas para demoler lo que acertadamente denominaba como “el régimen” se marchitarían rápidamente.

Hoy, más de un cuarto de siglo después, hay dos elementos claros alrededor del magnicidio de uno de los más importantes dirigentes conservadores del siglo pasado. El primero, sin duda de las más pesadas y vergonzantes máculas en la justicia de nuestro país, que el crimen continúa en la total impunidad por más que se haya declarado como de lesa humanidad en 2017. A la ya de por sí larga y evidente lista de maniobras para desviar las investigaciones a lo largo de 25 años de pesquisas, se sumó meses atrás la sorpresiva y abiertamente sospechosa autoinculpación de la cúpula de las desmovilizadas Farc.

El segundo elemento se refiere a que la doctrina ideológica y humanista del doctor Álvaro Gómez Hurtado no solo está más vigente que nunca, sino que desde distintos sectores del país se está urgiendo que esas ideas se abanderen de nuevo como fórmula política y electoral para superar las crisis estructurales y coyunturales de Colombia, muchas de las cuales fueron acertadamente diagnosticadas por el exDesignado pero los sucesivos gobiernos y dirigentes no han podido solucionarlas de forma efectiva.

Por el contrario, en muchos aspectos, “el régimen” de que hablaba el asesinado líder conservador continúa enquistado en las instituciones, medrando el espíritu estatal, impidiendo que primen la ley y el orden, asaltando el presupuesto, atornillándose en las esferas del poder nacional, departamental y local. Puede que tenga hoy nuevas caras y actores pero persiste el mismo móvil delincuencial, corrupto y politiquero. Un escenario en donde, una vez más, el Acuerdo sobre lo Fundamental que enarbolara el doctor Álvaro Gómez Hurtado se erige como la hoja de ruta que debería seguir el país para identificar y corregir de manera definitiva los factores políticos, económicos, sociales e institucionales que frenan el desarrollo nacional e impiden la plena aplicación y vigencia del Estado social de derecho, tal como lo plasmara la constituyente de 1991, de la cual el dirigente conservador fue inspirador principal.

Precisamente en atención a ello, como lo recalcamos la semana pasada en estas páginas, es de esperar que el Consejo Nacional Electoral dé vía libre a la solicitud presentada por Enrique Gómez Martínez y otros dirigentes para que se le restituya la personería jurídica al Movimiento de Salvación Nacional. Y que se actué en esa dirección no solo por la aplicación natural del derecho a la igualdad, tal como lo ordenó la Corte Constitucional al resucitar el estatus legal de movimientos como el Nuevo Liberalismo, sino porque está más que comprobado que las ideas y doctrina del doctor Álvaro Gómez Hurtado tienen plena vigencia y aplicabilidad. Mantener a la colectividad que él fundara y fortaleciera por fuera del escenario electoral, no solo es un yerro democrático y una clara revictimización política, sino que profundiza la impunidad del magnicidio 26 años después de aquel infausto 2 de noviembre de 1995.

No hay que bajar la guardia en ese propósito. Hacemos un nuevo llamado a la Fiscalía para que se aceleren los frentes y líneas de investigación del crimen. Y reiteramos la certeza de la vigencia política del ideario del doctor Álvaro Gómez Hurtado y su derecho a volver a ser una alternativa en el escenario partidista y electoral. Lo uno y lo otro, precisamente, serán resaltados en el homenaje que hoy tendrá lugar a las 10 de la mañana en la Universidad Sergio Arboleda, en Bogotá, el mismo sitio y hora en donde hace 26 años las ráfagas asesinas acabaron con la vida del dirigente conservador sin siquiera otear tanto tiempo después su talante y doctrina continúan siendo un faro para Colombia.