El proceso de elección del Registrador Nacional del Estado Civil se encuentra en su etapa definitiva. Tras un accidentado concurso de méritos los diez finalistas ya están en la etapa de entrevistas con los presidentes de las cortes Constitucional y Suprema de Justicia, así como del Consejo de Estado.
Como se sabe, al actual titular se le vence el periodo cuatrienal el próximo 5 de diciembre, razón por la cual solo quedan tres semanas para la respectiva escogencia.
Si bien es cierto que los tres altos tribunales diseñaron desde hace varios meses las bases del concurso y este comenzó acorde a dicho cronograma, se han presentado varias contingencias en el desarrollo de las fases. Se recuerda, por ejemplo, los problemas en la etapa de revisión de requisitos y experticia, los errores en la presentación de la prueba de conocimientos y luego en la calificación de la misma, obligando a cambiar la lista de clasificados que se había reportado inicialmente.
Precisamente, por todo lo anterior, se han lanzado varias alertas tempranas en estos días. Para algunos sectores políticos, por ejemplo, ha sido tal la cantidad de correcciones y ajustes etapa tras etapa que no queda claro si el concurso está totalmente blindado desde el punto de vista jurídico. De hecho, se ha traído a colación lo que ocurrió con el Contralor General elegido en agosto de 2022 por el Congreso en pleno, pero cuya escogencia fue declarada nula en mayo pasado por la Sección Quinta del Consejo de Estado al encontrar acreditadas irregularidades en el proceso para su selección.
La semana pasada, igualmente, la Misión de Observación Electoral urgió dar las máximas garantías de transparencia en la elección del Registrador, especialmente en lo referente a que se hagan públicos los criterios de calificación de las entrevistas a los diez finalistas y que estas sean transmitidas en tiempo real. Esto permitiría, obviamente, que la opinión pública también pueda enterarse de las propuestas y capacidades de cada aspirante. Además, daría más posibilidad de veeduría sobre el proceso final.
De acuerdo con esta organización no gubernamental de vigilancia electoral, el cargo de Registrador no solo es clave para la vigencia del sistema democrático sino porque, además, tiene una gran capacidad de contratación por montos muy altos, designación de delegados en todo el país, tal y como de centenares de funcionarios a nivel regional y local.
Ojalá los presidentes de las altas cortes hagan eco a estas preocupaciones y permitan el mayor grado de transparencia en esta fase final y definitiva de la escogencia del alto cargo.