La ‘plaga’ de la extorsión | El Nuevo Siglo
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Martes, 6 de Agosto de 2024

* Redoblar combate a un flagelo que se extiende

* Cruzada de autoridades empieza a dar resultados

 

La extorsión es, sin duda alguna, el delito de alto impacto que más está afectando a los colombianos. Lamentablemente, esta modalidad criminal se ha extendido como una ‘plaga’ en todo el país, desde las grandes ciudades a municipios intermedios y pequeños, así como a zonas rurales. Las investigaciones de la Fiscalía, los grupos Gaula de la Policía y las Fuerzas Militares, así como de las demás autoridades señalan que detrás de este flagelo están desde grupos armados ilegales (guerrillas del Eln y facciones residuales de las Farc), bandas criminales de alto espectro (tipo ‘Clan del Golfo’ y ‘Tren de Aragua’) hasta redes de delincuencia común, algunas con estructuras de índole regional y otras estrictamente locales.

Para nadie es un secreto que la extorsión es uno de los delitos que más subregistro tiene, ya que la mayoría de las víctimas no denuncia, principalmente por temor a las represalias de los criminales. Prueba de ello es que, según el último reporte del Ministerio de Defensa, entre enero y junio de este año solo se conocieron por las autoridades 5.947 casos, lo que obviamente es una cifra supremamente alejada de la realidad, pero que aun así implicó un aumento del 28% frente al mismo lapso del año pasado.

Ahora, es innegable que la cruzada nacional contra la extorsión lanzada tiempo atrás está dando resultados. Los reportes del Ministerio de Defensa y la Fiscalía así lo confirman. De hecho, el lunes pasado el ente acusador detalló una megaoperación que permitió golpear a doce redes en Atlántico, Quindío, Risaralda, Nariño, Norte de Santander, Antioquia, Bolívar, Cundinamarca, Chocó, Meta, La Guajira, Santander, Tolima y Cesar, así como en capitales: Cali, Cartagena y Bogotá. La acción de las autoridades permitió la captura de 143 personas que pertenecerían a bandas como ‘Los Trocaderos’, ‘Los RC’, ‘Los Porras’, ‘Clan del Golfo’, ‘La Terraza’ ‘Costeños Los Robles’, ‘Los Frontera’, ‘Los de la Torre’ y ‘Los Galleros’, entre otros.

También se han asestado golpes contundentes al ‘Clan del Golfo’, el ‘Tren de Aragua’, las facciones residuales de las Farc, así como al propio Eln. Estos grupos ilegales tienen ahora en la extorsión o las también llamadas ‘vacunas’ una de sus principales fuentes de rentas ilícitas.

Es evidente que la oleada de extorsión se ha extendido de forma alarmante, ya que tanto la delincuencia común como la organizada esquilman a empresarios, campesinos, transportadores, comerciantes, hacendados, vendedores ambulantes y hasta a humildes trabajadores de barrios marginales… Para lograr su cometido no dudan en pasar de las amenazas e intimidaciones a los atentados, sicariatos, masacres, robos, secuestros y desplazamientos forzados…

En la mencionada megaoperación de la Fiscalía esta semana lo que más sorprendió fue el desmantelamiento de una especie de “call center” de la extorsión que funcionaba en una casa del barrio Piamonte, de la localidad de Bosa, en Bogotá. Allí, incluso con un sistema de turnos e ‘incentivos’ a la persona que más ‘recaudara’, un grupo de mujeres y hombres realizaban decenas de llamadas telefónicas al día en las que contactaban a personas de múltiples perfiles para extorsionarlas por distintos motivos. Se hacían pasar por integrantes de la Fuerza Pública y funcionarios judiciales para tratar de enredar a sus víctimas con distintas modalidades de estafa, supuestos casos de agresión sexual o la exigencia directa de grandes sumas de dinero a cambio de no atentar contra ellas. Incluso, afirmaban ser integrantes de grupos guerrilleros o del ‘Tren de Aragua’. Cada día esta red podría estar recibiendo hasta 15 millones de pesos.

Hay que destacar estas acciones positivas contra las redes de extorsionistas, es claro. Pero también debe tenerse en cuenta que la dimensión de este delito crece día tras día y se requiere más eficacia de las autoridades. Por ejemplo, desde las cárceles continúan funcionando estas bandas criminales, en tanto que a nivel rural las disidencias y reincidencias de las Farc, con las que el Gobierno tiene sendos procesos de paz, están ‘vacunando’ a diestra y siniestra. Igual ocurre con el Eln, el ‘Clan del Golfo’, el ‘Tren de Aragua’ y otras facciones a nivel urbano y semiurbano.

Urge fortalecer la inteligencia policial y militar para detectar y desmantelar estas estructuras. También se requiere más equipamiento tecnológico para rastrear a los originadores de las llamadas. Es imperativo, igualmente, aumentar la presencia de uniformados en las zonas de mayor incidencia de este flagelo. No menos importante es que la Fiscalía tenga el suficiente acervo probatorio para encarcelar a los capturados y que estos no estén a los pocos días en las calles reincidiendo o tomando represalias contra quienes los señalaron ante las autoridades…

Solo cuando todo lo anterior sea tangible para la ciudadanía, el volumen de denuncias de las víctimas aumentará de forma sustancial y el combate a este delito será más efectivo. De lo contrario, la ‘plaga’ seguirá extendiéndose.