De toda gravedad la denuncia hecha por el Defensoría del Pueblo en torno a que una de las razones de la violencia en la capital del país son las crecientes disputas entre las bandas criminales Autodefensas Gaitanistas de Colombia (también conocida como el Clan del Golfo) y el Tren de Aragua (de origen venezolano). De hecho, la dependencia del Ministerio Público emitió la Alerta Temprana 004 al respecto en aras de advertir a las autoridades distritales y nacionales sobre el riesgo que dicha situación representa, especialmente para los habitantes de nueve localidades: Los Mártires, Santa Fe, Puente Aranda, La Candelaria, Antonio Nariño, Tunjuelito, Chapinero, Teusaquillo y Barrios Unidos.
Si bien es claro que desde hace tiempo las autoridades han denunciado la presencia de esas redes delictivas en Bogotá, y son múltiples los operativos que se han llevado a cabo contra sus cúpulas, mandos medios e integrantes de base, el campanazo de la Defensoría impactó a la opinión pública, más aún en momentos en que la ciudad se encuentra en alerta por el aumento en las últimas semanas de otros delitos de alto impacto, como fleteo, atracos a restaurantes y casos de sicariato en distintas partes de la urbe.
Dada la gravedad de la advertencia de la entidad del Ministerio Público, el alcalde Carlos Fernando Galán se vio en la obligación natural de reaccionar. Por un lado, indicó que no se tenía información oficial de esa clase de disputas entre las dos bandas criminales y, por otro, anunció que se reuniría con la Defensoría para analizar la información a partir de la cual emitieron la mencionada alerta. Con base en ello, se definirá una estrategia para hacer frente a cualquier situación que amenace la vida y bienes de la población capitalina.
En el Concejo de la ciudad también se registraron múltiples reacciones, unas exigiendo a la Defensoría que presentara las respectivas pruebas sobre su grave denuncia y otras recalcando que ya se sabía de tiempo atrás que hay organizaciones de alto espectro que se están disputando de forma violenta el dominio de la extorsión, el microtráfico, hurto, homicidios y el resto del universo delincuencial en determinadas zonas de la ciudad. Incluso hay “pronunciamientos” en redes sociales de sus cabecillas amenazando a sus rivales e intimidando a la población.
Es imperativo que la Alcaldía y la Defensoría se reúnan para analizar esta delicada denuncia. Incluso, convendría que, para futuras ocasiones, haya algún nivel de coordinación entre las partes cuando se den a conocer este tipo de informaciones. También debería invitarse al Ministerio de Defensa a ese encuentro, dado que se trata de una problemática muy delicada que impacta a la ya de por sí atemorizada ciudadanía.