El legado de Roberto Junguito | El Nuevo Siglo
Martes, 29 de Diciembre de 2020

Un exponente del talante económico anti populista

* Estirpe de grandes ministros de Hacienda conservadores

 

Colombia se ha caracterizado por tener siempre políticas macroeconómicas serias. Alejadas de todo populismo. Esta ha sido una de las mejores cartas de presentación de nuestro país ante los mercados internacionales. Roberto Junguito, el experimentado economista fallecido días atrás, fue un exponente de primera condición de ese talante antipopulista que ha sido la marca distintiva de nuestra política económica.

Junguito estuvo presente, como actor de primera línea por cerca de tres décadas, en el quehacer económico y fiscal de Colombia. Fue ministro de Hacienda en dos ocasiones, titular de Agricultura, miembro de la junta del Banco de la República, representante de Colombia ante el FMI, embajador de nuestro país ante la Unión Europea en Bruselas, además de director de Fedesarrollo, entre otras muchas responsabilidades que siempre desempeñó con altura y lujo de competencias.

Cuando fue titular de Hacienda durante la administración de Belisario Betancur demostró lo que es dirigir una política económica seria que no presta oídos fáciles a las voces populistas. Colombia vivía en aquel entonces una grave crisis de balanza de pagos. Era la época en que muchos países de la región entraron en moratoria de sus obligaciones internacionales. El nuestro no lo hizo. Logramos obtener un precioso aval del FMI gracias a la tenacidad de Roberto Junguito, con el acompañamiento de todo el equipo económico del presidente Betancur, que nos permitió reabrir las líneas de crédito con las entidades multilaterales y normalizar la situación externa del país sin quebrantar el principio de que Colombia es un buen pagador de sus obligaciones.

Un fuerte ajuste cambiario que condujo Junguito les permitió también a las exportaciones colombianas retomar aliento en aquel entonces. Se hizo igualmente un ajuste fiscal profundo, aclimatando entre otras cosas el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que había sido creado durante la primera etapa de la administración Betancur.

Ni en lo fiscal o en lo monetario el desaparecido economista dio nunca el brazo a torcer ante las presiones que por todo lado ejercían los populistas. Siempre se mantuvo- y mantuvo a la economía- dentro de la línea ortodoxa y de rigor fiscal que ha caracterizado a Colombia.

Posteriormente, y solo para señalar un ejemplo más de su actitud siempre rigurosa, Junguito, durante la administración Pastrana, y siendo director del Banco de la República primero y luego representante de Colombia ante el FMI, fue factor clave en el profundo ajuste económico que en aquel fin de siglo realizó exitosamente el gobierno de turno. Haciendo frente, entre otras cosas, a una gigantesca crisis bancaria que entonces se desencadenó. También se reabrió el crédito internacional con los organismos multilaterales que luego de la crisis del sudeste asiático y de la moratoria de Rusia, se cerró abruptamente para toda la región latinoamericana.

En sus múltiples escritos económicos -varios de ellos dedicados a la historia económica- Junguito hizo siempre el elogio del rigor. De lo difícil frente al facilismo. Perteneció a la estirpe de grandes ministros de Hacienda conservadores, como Esteban Jaramillo, que siempre hicieron de lo difícil el arte de lo posible en materia económica y fiscal. Junguito pertenece a esa estirpe. Fueron los ministros para quienes las dificultades internacionales o domésticas que aparecían durante sus mandatos las convirtieron siempre, en vez de barreras infranqueables, en acicate para desplegar una magnífica y fértil gestión.

Junguito fue también un gran conocedor de los temas cafeteros. Como lo fue Alfonso Palacio Rudas o Hernán Jaramillo Ocampo. Lo demostró tanto en la representación de Colombia ante la Organización Internacional del Café, así como en la presidencia de la Asociación Nacional de Exportaciones del grano. Fue, igualmente, fértil escritor de temas cafeteros que, junto con Diego Pizano, dejaron libros de obligada referencia sobre la política interna y externa de nuestro producto insignia, editados oportunamente por la Federación de Cafeteros, siendo su gerente general Jorge Cárdenas Gutiérrez.

El rigor y ortodoxia de Roberto Junguito son una de las mejores herencias del partido Conservador: sus ministros de economía a menudo afrontaron épocas difíciles, pero nunca cedieron ante los populismos. Y dejaron así un legado imborrable de seriedad que ha ido formando los perfiles indelebles de la economía colombiana. Mientras gobiernos de otros partidos no en pocas ocasiones disfrutaron de las bonanzas, los ministros del partido Conservador - como lo fue Junguito- casi siempre lo que tuvieron que hacer fue sembrar las semillas de los buenos tiempos con el rigor y ortodoxia que practicaron.